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miércoles, 23 de enero de 2013

DESDE MI CALLE


REBELDIA Y DESOBEDIENCIA.-

No son tiempos para ser razonable ni para ser moderado. Son tiempos para hacer algo tan radical, como vivir, vivir nombrando cada una de las injusticias que vemos, de desenmascarar la corrupción, las mentiras y las manipulaciones, grandes o pequeñas. Todas.
Son tiempos para defender nuestros derechos y los de futuras generaciones,tiempos donde lo único que tiene sentido es dedicarnos a luchar para poder recuperar algo para nuestros nietos de los derechos que hemos perdido estos años. Son tiempos para no callarse, para gritar sin cesar las verdades que vemos y sentimos; tiempos de gritar porque hay gente que se muere a las puertas de su CAP (Centro de Atención Primaria), que se encuentra cerrado, porque muchos tienen que escoger, en su farmacia, qué medicamentos tomarán, cúal es la que se pueden pagar de todas las que necesitan; porque hay tantos que en lista de espera empeoran y no se pueden levantar de la cama; porque hay tantas personas que al estar enfermas pierden su trabajo y sus ingresos y luego pierden su casa y quedan enfermos en la calle.
Son tiempos para ver la vida de otra manera: olvidar los curriculum y la imagen. Abandonar el afán de superar en el mundo y en el esquema de los emprendedores. Son tiempos donde lo básico es lo urgente: tomar responsabilidad de luchar de mil maneras por la justicia. Porqe como dijo un viejo sabio: Si no ahora, entonces ¿cúando'. Porque si no tú, entonces ¿quién?.
Son tiempos para bandonar lo superfluo, el qué dirán, lo sin sentido, las pérdidas de tiempo inútiles, el aguantar tonterías, el justificarse, el llevar "el rollo", el seguir pensando "no puedo, no me dejan", y de seguir diciendo "es lo que hay".

Tú y tus vecinos podéis ocupar el CAP y el hospital que están recortando y privatizando. Tú y tus vecinos podéis poneros a la puerta de la farmacia e informar a la gente de cómo no pagar el euro por receta. Tú y tus vecinos podéis cortar la carretera y las vías del tren en protesta por los recortes. Tú y tus vecinos podéis averiguar quién está teniendo apuros para pagar su hipoteca, ocupar el banco para negociar otras condiciones de la hipoteca, dar apoyo emocional al que se siente desbordado por su situación, ir juntos a parar un desahucio.
Porque ahora es el momento de que tú y tus vecinos y todos nos pongamos en pie de guerra contra las injusticias y reclamemos una democracia real, participatitiva, nuestra, exigir por todos los medios necesarios, por todos los canales posibles e imposibles, una justicia social y económica.

Esta desobedencia y rebeldía la pido DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.