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jueves, 1 de mayo de 2014

DESDE MI CALLE


ANECDOTAS CON AMIGOS

Una de las costumbres que se suelen tener, cuando por alguna u otra circunstancia nos reunimos amigos, a algunos de los cuales es fácil que no les hayamos visto en meses (incluso años), es el contarnos anécdotas que hemos compartido.

Se dió, en mi caso, hace unos días, la clásica comida de antiguos compañeros de clase. Uno de ellos, es directivo de una escuela de pelota mano, una modalidad de la pelota vasca, que se juega sin herramienta, golpeando la pelota, que es de cuero, directamente con la mano, la cual únicamente se protege con esparadrapos y tela (hago un inciso para decir que eso lo hacen, y hacían, los profesionales, nosotros, en cambio, no teníamos más opciones que hacerlo con la mano limpia).

Nos estaba comentando cómo había cambiado ése deporte. Cómo también a él había llegado la super-profesionalidad, es decir el cobrar sueldos elevados. Dado que el tema se estaba yendo más a los profesionales, actuales y antiguos, quise volver al anecdotario. Dar otro giro, y comentar anécdotas de aquellos tiempos juveniles, en donde, en nuestro tiempo libre, o bien jugabas al fútbol o  la pelota, que eran los deportes más comunes entre nosotros

Aquí entré a saco. Les recordé cómo era el frontón viejo de Gernika (destruido durante el bombardeo y con sólo la pared izquierda, el frontis, y una pequeña pared atrás). En cómo no había gradas ni asientos, sino piedras donde nos sentábamos para ver a los que estaban jugando. Otro nos hizo recordar cómo en los arcos del "Paseo" (así le llamábamos a la plaza delante de Las Escuelas Pública) aprovechábamos la esquina para jugar a "primis" (todos contra todos y el que fallaba quedaba eliminado). Y así la imágenes de aquellos años volvían a nuestros ojos como si fuesen actuales, como si las estuviésemos viviendo. Hubo discusiones en quién hacía más trampas, o quien era malísimo, o uno de los mejores.

Entonces me vino a la mente aquellos dos "personajes", por desgracia fallecidos hace años, que eran fenómenos, repito fenómenos, tanto jugando al fútbol, ambos jugaron en  equipos de 2ª división, como jugando a la pelota. Eso sí, con apuesta de por medio. Eran Atano y Manci (motes ambos). En cierta ocasión y viendo que no tenían con quién jugar y que estábamos un grupo de chavales mirándoles, nos retaron a tres de nosotros a un partido. Ellos atadas la mano izda. de uno con la dcha. del otro, contra tres, uno de ellos un servidor. Creo que jamás he sentido más ridículo y más enfado al terminar un partido. Era a 15 tantos, y nosotros no hicimos más que 3, dos de ellos creo que nos lo dejaron hacer aposta. No me acuerdo si lloré, pero, seguro, que estaría a punto de hacerlo.

Para acabar quiero decir que si saqué el tema de la pelota a mano, fué porque al fútbol era bastante malo, y en cambio la pelota a mano se me daba mejor.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle detodos.