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viernes, 6 de junio de 2014

DESDE MI CALLE

ACTIVIDAD, GLORIA, FELICIDAD


¡Cómo contrasta una actividad ardorosa con la frialdad ordinaria! ¡Ah! Es verdad. También mi mente se mueve, se agita, se acalora, se enciende, pero ¿es por la gloria? ¿es por el bien de mis semejantes? ¿O es al contrario por viles intereses del momento, por sutiles Puntos de honra, por miserables competencias del amor propio? ¡Ah!, será que el celo que me devora no es tal vez sino ambición, codicia, vanidad, esto es, el celo del mundo!
 
 ¿Qué hago, en efecto, por conseguir el bienestar de ellos? Y, si se sienten defraudados, ¿cómo siento sus lamentos, acaso, hasta sus injurias? ¿cómo me esfuerzo en evitarlas o siquiera en repararlas? Si estuviesen tan amenazados mis intereses como lo están siempre los de ellos, ¿estaríame tan tranquilo y sosegado como me estoy ahora en presencia de tanta desatención, de tantas iniquidades a las que se les someten? ¡Ojalá no sea yo de aquellos mimos que, con su flojedad y malos ejemplos, contribuyen a ese malvivir al que están arrojados!

 Cuando me ven, quizás me roguen, con sus temblorosas palabras, diciendome:   ¡Dadme una esperanza, una esperanza que apague ese fuego abrasador que me consume día y noche; dádmela para que también yo, experimente un celo, pero no un celo vanidoso ni codicioso, ino un celo que me ayude a conseguir una completa felicidad.

Desearía entonces contestarle diciéndole: !Compañero deseo ser parte de vuestro vivir, en la medida que lo permitan mis fuerzas y condición. Con mi conversación, con mi influencia, con mis relaciones, con mi dinero, con todas mis fuerzas, procuraré complacerte cuanto pueda, para que seáis cada día más feliz, esa felicidad que tanto necesitáis junto a vuestros seres queridos!.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos

PASTORAL: SANTO DEL DIA


SAN ROBERTO DE MOLESMES

Nacido alrededor del año 1029, en Champagne, Francia, de padres nobles llamados Thierry y Ermengarde; muerto en Molesmes, el 17 de Abril de 1111.

A los quince años de edad comenzó su noviciado en la abadía de Montier-la-Celle, o St.Pierre-la-Celle, situada cerca de Troyes, de la cual posteriormente llegó a ser prior.

En 1068 fue sucesor de Hunaut II como abad de St. Michael de Tonnerre, en la diócesis de Langres.

En esa época una banda de siete ermitaños que vivían en el bosque de Collan, en la misma diócesis, buscaron tener a Roberto como su jefe, pero los monjes, a pesar de que resistían su autoridad constantemente, insistieron en conservarlo como su abad porque gozaba de una gran reputación y era el ornamento de su casa.

Las intrigas de ellos determinaron a Roberto a renunciar a su cargo en 1071 y buscar refugio en el monasterio de Montier la Celle. El mismo año él fue colocado en el priorato de St. Ayoul de Provins, que dependía de Montier-la-Celle. Mientras tanto dos de los eremitas de Collan viajaron a Roma y rogaron a Gregorio VII les concediera como superior al prior de Provins. El Papa accedió a la solicitud y en 1074 Roberto inició a los eremitas de Collan en la vida monástica.

Como la localización de Collan fue encontrada inadecuada, Roberto fundó un monasterio en Molesme, en el valle de Langres a fines de 1075. A Molesmes llegó como huésped el distinguido canonista y doctor (écolâtre) de Reims, Bruno, quien en 1082, se colocó él mismo bajo la dirección de Roberto, antes de fundar la celebrada orden de Chartreux (Cartuja).


 En ese tiempo la primitiva disciplina estaba aun en pleno vigor, y los religiosos vivían del trabajo de sus manos. Pronto, sin embargo, el monasterio llegó a enriquecerse a través de una multitud de donaciones, y con la riqueza, a pesar de la vigilancia del abad, vino el aflojamiento de la disciplina.

Roberto se esforzó en reestablecer la primitiva austeridad, pero los monjes mostraron tanta resistencia que abdicó y dejó el cuidado de su comunidad a su prior, Alberico, quién se retiró en 1093.

Al año siguiente él volvió con Roberto a Molesme. El 29 de Noviembre de 1095, el Papa Urbano II confirmó el instituto de Molesme. En 1098 Roberto, aún incapaz de reformar a sus rebeldes monjes, obtuvo de Hugo, arzobispo de Lyons y Le gado de la Santa Sede, autoridad para fundar una nueva orden conforme a nuevas reglas.

Veintiún religiosos dejaron Molesmes y alegremente se pusieron en camino hacia un lugar deshabitado llamado Cister en la diócesis de Chalons, y la abadía de Cîteaux fue fundada el 21 de Marzo de 1098.

Dejados a sí mismos, los monjes de Molesmes apelaron al Papa, y Roberto fue reestablecido en Molesme, que desde entonces llegó a ser un ardiente centro de vida monástico.

Roberto murió el 17 de Abril de 1111 y fue sepultado con gran pompa en el iglesia de la abadía. El Papa Honorio III en 1222, mediante Cartas Apostólicas, autorizó su veneración en la iglesia de Molesmes y poco después esa veneración se extendió a la Iglesia entera mediante un Decreto pontificio.