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lunes, 15 de septiembre de 2014
DESDE MI CALLE
NOVELA EROTICA ESCRITA POR PIO II EN 1444.
Antes de Convertirse en el Papa Pio II a sus 40 años, Eneas Silvo Piccolomini fue poeta, académico diplomático y disoluto. Su vida, al parecer, estuvo colmada de episodios intrigosos y turbulentos, pero sobre todo de episodios eróticos que dieron como resultado un bestseller porno-vaticano y (por lo menos) dos hijos ilegítimos.
Su novela Historia de duobus amantibus, que escribió probablemente en 1.444, se imprimió en 37 ediciones distintas y fué una de las más leídas en todo el Renacimiento. A pesar de su indudable interés histórico y atractivo sensual, la novela no se ha traducido a ningún idioma contemporáneo.
Voy a recoger un episodio de la misma:
Euralius salta una barda para estar con Lucres: "Cuando ella vió a su amante, le sujetó firmemente entre sus brazos. Hubo allí abrazos y besos, sin refreno se dejaron llevar por su deseo y se hartaron de Venus, ahora con Céres, ahora refrescándose con Baco". Despúes de ello "entran en conocimiento" (en términos bíblicos) el uno del otro.
Así hablando entre ellos, fueron a la habitación, donde juzgamos tuvieron tal noche como la que tuvieron París y Helena después de que él se la llevara, y fué tan placentera que pensaron que Marte y Venus nunca hubueron conocido tal placer...
Su boca, ahora sus ojos, ahora sus mejillas, él besó. "Quitándole la ropa, vió tal belleza como antes nunca la había visto. -Encontré más, estoy seguro- dijo Euralius, de lo que Acteón vió de de Diana cuando se bañaba en la fuente. ¿Que hay más placentero o más claro que estos miembros? ... Ah, claro cuello y pechos gratos, ¿es a ustedes a los que toco? ¿es a ustedes a quienes tengo? ¿están en mis manos? Ah, miembros curvos, ah, dulce cuerpo ¿los tengo en mis brazos? ... Ah, deleitosos besos, ah, abrazos queridos, ah, dulces mordidas, ningún hombre vivo es más feliz que yo, o más bendecido". Él se esforzó, ella se esforzó, y cuando terminaron no estaban cansados. Como Atenea quien se levantó del suelo con más fuerza, poco después de la batalla estaban deseosos de guerra.
La obra más allá de ser curiosa por ser de un hombre que se convertiría en Papa, tiene algunas delicias en sus detalles. No les caería mal a los inquilinos modernos del Vaticano echarle un vistazo y recordar que Eros, Venus y Baco no están en riña con el espíritu santo y a veces ayudan en la batalla de la que habla el pontífice.
DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
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