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domingo, 31 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA

  

SAN GIL DE CASAYO


Consta que fué abad del monasterio cisterciense de San Martín de Castañeda, situado junto al Bierzo, al lado de Sanabria. Parece que fué sucesor de Pedro Cristiano, primer abad del citado monasterio. Las averiguaciones sobre el abad no son del todo ciertas, ya que entran en la misma historia los monjes del monasterio de Carracedo, también en la misma zona.

Por el año 1150, hubo traspaso tanto de monjes como de superiores,
y según los análisis de los acontecimientos, algunos habrían dirigido el monasterio sólo durante unos meses.

San Gil dejó su vida monástica y regentó el priorato de Santa Cruz de Casayo, donde ejerció de párroco. Después, junto a un hermano de profesión, se retiró al interior de una sierra donde fijó su residencia en una ermita. Esta ermita fué derribada y en su lugar se erigió una iglesia donde los vecinos de Galende y Sanabria le rinden culto.

Se estableció su culto en Casayo, donde existió una cofradía con el título de San Gil, aprobada por Benedicto XIV.

PASTORAL: SANTO DEL DIA

                                         
SAN RAMON NONATO
(1200-1240)

El apelativo de Nonato le viene porque fué extraido del viente de su madre mientras ésta fallecía en el mismo instante.

Ocurría el nacimiento en el pueblo de Portell, en Lérida.

Entró en la Orden de la Merced en Barcelona. Más tarde comenzarían sus viajes por Africa; primero en Argel en unión de San Pedro Nolaso a predicar el Evangelio; allí sufrió su primera peripecia quedándose como rehén para liberar a cierto cristiano  cuya fé peligraba. Generalmente en aquella época los cristianos del Norte de Africa eran comúnmente apresados por los moros. En otros viajes es azotado y desollado con rabia, y como sigue hablando de Cristo, unos piratas le agujerearon los labios con un hierro candente a fin de cerrarle la boca con un candado, que solamente era abierto a las horas de comer.

Liberado por fin, sentía no haber abrazado la palma del martirio. A sus treinta y seis años es nombrado Cardenal (Barcelona).

Es figurado con atuendo  mercedario con roquete, escudo de los mercedarios y a veces el capelo, un ostensorio, sus labios cerrados por un candado y palma con tres coronas.

Se le considera patrono de las comadronas, embarazadas y nodrizas; protector de los esclavos, invocado para un buen parto, y de los injustamente acusados.
                                     

viernes, 29 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA



ESTEBAN DE ZUDAIRE

Nació en Zudaire (Navarra) en 1548. Con el ideal de entregar su vida a Dios, al modo de San Francisco Javier, entra en la Compañía de Jesús a sus 19 años en el otoño de 1567, en el Noviciado de Villarejo de Fuentes (Cuenca). "Es sastre, tiene fuerzas y desea aprovecharse en la perfección", manifiesta un informe de sus Superiores. Terminada su formación en Alcalá de Henares y en Cuenca, pasa al colegio de Plasencia (Cáceres) donde es destinado a la misión del Brasil.

"Yo voy contento porque tengo que ser mártir", comunica a su Director Espiritual después de unos Ejercicios Espirituales. "Se portaba con tanta sinceridad y pureza de vida que era muy amado por todos" constata la historia de la provincia de Toledo.

El 15 de julio de 1570 a disparo de arcabuz y golpe de pica y espada, cuatro navíos y un galeón enemigos de la fé católica y del ideal misionero que llevaba al Brasil a cuarenta jesuitas en la nave Santiago, ornarían para siempre en sangre martirial cuarenta palmas misioneras. Son los mártires del Brasil.

Con su crucifijo al frente, el Beato Esteban de Zudaire había sido escogido entre otros por el Beato Ignacio de Acevedo, su Superior, para que animara estratégicamente en aquellos momentos.

Hasta que con el cuerpo abierto a punta de espada, en el pecho y junto al cuello, es arrojado vivo al mar. Sus labios jubilosamento vibran hacia el Cielo, con un Te Deum de agradecimiento a Dios por el martirio.

Juan de Mayorga, nació en San Juan de Pie de Puerto el año 1533. Sus cuadros como pintor eran muy celebrados en Zaragoza, donde entra en la Compañia de Jesus en 1568. Desde Valencia parte para el Brasil con el Beato Ignacio de Acevedo, que esperaba mucho de su arte.

Al sufrir el martirio en alta mar, juntamente con el Beato Esteban de Zudaire, sus cuadros pintados en Zaragoza, Val del Rosal e Isla de Madeira, fueron conservados como reliquias.


jueves, 28 de agosto de 2014

DE LITERATOS Y ESCRITORES

FIN DE UNA REGENCIA
Capitulo I

Era el 10 de Diciembre de 1898. Todo el país gemía por el fin desastroso de una guerra. La pérdida de las Colonias no parecía, a simple vista, haber afectado mucho la vida de la nación. En Barcelona no ocurrió nada. En Madrid, la gente que volvía de los toros, de la cuarta de abono, en la que torearon Guerra, Fuentes y Bombita, organizó una manifestación lanzando mueras contra el Gobierno.    

Juan Aymerich hablaba a su hermana de Cataluña, de su libertad perdida y otras cosas de las cuales ella no sabía nada. Le habló de la antigua Catalonia (<Probablemente una derivación del nombre visigodo Gothalauna. Barcelona fué, en el siglo VI, la capital del reino visigodo>, le aclaró); de la "Marca Hispánica" (También entonces fué Barcelona la capital, le dijo); del primer Conde independiente, Wifredo el Velloso; de la unión de Aragón y Cataluña; del rey Don Jaime, conquistador de Mallorca y Valencia; de su hijo Pedro III el Grande, que une Sicilia a la corona, Roger de Lauría al mando de la armada; de los Usatges catalanes; de las expediciones de los almogávares, a las órdenes de Roger de Flor, a Atenas; de la conquista de Cerdeña durante el reinado de Alfonso IV; de Pedro IV, el del Punyalet; de Juan I, el amador de toda gentileza; De Don Martín el Humano y el Parlamento General; de Juan Fivaller, el "conceller" que osó enfrentarse con el rey para defender los FUEROS catalanes; del triste Príncipe de Viana y las intrigas de su madastra, Doña Juana, que engendraron la guerra civil; de los Gremios y los Municipios, en los que se formó una burguesía de trabajadores y comerciantes; del Concellet de Cent, compuesto por ciudadanos de todas las categorías; de la Diputación, junta nombrada por las Cortes  para velar por el cumplimiento de las leyes; y de la hermosa lengua catalana que, desde el siglo XIII, empezó a hablarse en el territorio y que dió al mundo un Ramón Llull, de la poesía provenzal, del consistorio de Gay Saber y de los grandes poetas Cervería de Gerona y Ausías March ...........

Juan se exaltaba hablando de las glorias  catalanas y ella le escuchaba hechizada. Y luego, igual que Juan, sintió que el corazón se le encogía cuando Fernando el Católico modificó violentamente la organización del poderoso municipio barcelonés y el Conde-Duque de Olivares, bajo el reinado de Felipe IV, intensifica el sentido absolutista y centralizador del gobierno de Madrid y humilla a los catalanes con la imposición de sus tropas, cuyos desmanes levantan en armas al país y, el día del Corpus de 1640, estalla el motín en el que tomaron parte muchos "segadors" que,en tal fecha, acostumbraban a reunirse en Barcelona, y la sangre corrió por las calles y el motín - por la poca prudencia de quien gobierna - según dijo el embajador Contarini al Senado de Venecia, degeneró en una guerra larga y triste, durante la cual Barcelona derrotó al ejército español en la batalla de Montjuich, para rendirse más tarde, después de un asedio de 15 meses, y con ella la mayor parte del Principado. El rey Felipe IV,reconocido por la Diputación General que residía en Manresa, "confirmó" los fueros catalanes, pero allí se acabó la libertad. Y Cataluña pasó a ser  un pueblo sometido, mientras Portugal se liberaba de toda tutela y se eregía en reino.
- Ellos tuvieron más suerte que nosotros- terminó Juan con un suspiro.

P.D.: Autores de libro R.Fernández de la Reguera y Susana March.                                                                               




DESDE MI CALLE...


ESTA CASA ES UNA RUINA

Así se titulaba una película: la mansión más hermosa de tus sueños, llena de luz, de color, de detalles, de lujo incluso.. Mas, en un abrir y cerrar de ojos, se convierte en un fraude. Todo era pura fachada. La madera preciosa carcomida por dentro. El mármol falso. Las puertas desencajadas....

¿Porqué cuento ésto? ^porque pasó, pasa y seguirá pasando. No siempre la apariencia responde a la verdad más profunda, ni de las cosas, ni de las personas. Y antes o después, con gran frecuencia, hay que elegir: o mantienes la apariencia o reconstruyes por dentro (pintas, apuntalas, derribas y levantas de nuevo etc...). Y claro, pareciera que mantener las apariencias es menos costoso. Seguramente lo es, pero a la larga, el precio que se paga cuando la "casa en ruinas" te viene encima, es espantoso.

Todos necesitamos personas que nos miren y nos vean. Que vean más allá del encalado de la fachada, de mis buenas palabras o de mis torpes intenciones. Y no sólo eso. Que nos vean y nos digan lo que hay. Luego será tarea nuestra decidir qué hacemos con ello, pero al menos no podremos decir que no nos habíamos dado cuenta.

Cada vez más, necesitamos gente que nos ayude a reconstruir esta "casa en ruinas" a la que, desgraciadamente, nos han conducido.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.


miércoles, 27 de agosto de 2014

PASTORAL: SAN DEL DIA



SAN AGUSTIN DE HIPONA
(354-430)

Llega al mundo en Tagasta (Argelia). Luego en Cartago lo primero que le enseñó su madre, Santa Mónica, ´fué a orar, pero él después de haber gustado de aquellas santas lecciones, continuó con su instinto y se inclinó por la secta maniquea.

Como profesor, es galardonado por el procónsul Vindiciano con el primer premio de poesía, pero escuchando una vez a San Ambrosio y leyendo regularmente las cartas de San Pablo, se convierte. Esto ocurre en la Pascua del año 387.

Con su cátedra de elocuencia en Milán, llega a hacerse uno de los genios intelectuales más penetrantes de todos los siglos.

Muerta su madre, se ordena sacerdote. A los 41 años es ordenado obispo de Hipona, en Argelia, y vive en comunidad con unos cuantos clérigos, una vida llena de perfección.

Sería el biógrafo más eficaz de Santa Mónica. Escribió obras de una completa carga moral cristiana, y por su ciencia es encumbrado como uno de los cuatro grandes doctores y filósofos de la Iglesia de Occidente.

Se le presenta con ornamentos episcopales o hábito monacal negro, báculo, pluma, libro abierto, en la mano la maqueta de una iglesia, pisando unos libros, un flecha que perfora su corazón ardiendo, junto a un niño y una concha al lado del mar.





martes, 26 de agosto de 2014

DESDE MI CALLE



LA CEGUERA DE LOS HIPOCRITAS

Una de las consecuencias de la dimensión de la ceguera de los hipócritas es la desproporción, la falta de mesura o equilibrio entre el modo de mirar a los otros y mirarse a uno mismo, las obsesiones y manías, que cada uno almacenamos en nuestras tripas y en nuestro corazón. !Cuánto daño podemos hacer filtrando "mosquitos" en un mundo de camellos! !Cuánto dolor causamos cuando ponemos la medida de una persona en pequeñeces y minucias, pero desestimamos lo oculto,  la intención, el deseo !la vida!.

Vivimos un mundo lleno de copas y platos relucientes, pero atiborrados de robo, desenfreno, injusticia, mentiras, abusos, violencia..  Cierto. Posiblemente, ni más ni menos que en otras épocas. No caigamos, únicamente, en ataques que ajustician nuestro actual mundo, a los políticos actuales, a los dirigentes religiosos, a nuestros líderes, a nuestros gobernantes... mientras nos mantenemos ciegos con nuestro propio interior. ¿Acaso no es otro modo de hipocresía?... !Cuánto profeta existe hoy en día para los otros, incapaz de verse a sí mismo quebrantando los derechos de los demás, quebrantando la compasión, la tolerancia, la sinceridad!

Que nadie en modo alguno te desoriente, que ningún guía ciego te aparte de tu más profundo centro, de tu vida transparente, de tu mejor TU. 

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.

PASTORAL: SANTO DEL DIA




SANTA MONICA
(332-387)

Nacida en el Norte de Africa, tiene por biógrafo a su hijo San Agustin.

Siempre fiel a su esposo, a pesar de la infelidad de éste y arrebatos de cólera.

Pagana de nación, junto con su esposo Patricio, un ciudadano de Tagaste, ella próntamente se pasó al cristianismo y Patricio lo haría más tarde, renunciando a sus excesos. A la madre de su esposo se la ganó con atenciones..

Santa Mónica fué pura energía a la hora de desviar a su hijo Agustín de los malos caminos de la vida, orando é invocando plegarias para que su hijo no fuera por mal camino.

Al enviudar, se consagró totalmente a la conversión de su hijo, cuyo espíritu estaba infestado por los errrores maniqueos, y su corazón por las costumbres de la disoluta Roma.

San Agustín se convirtió en el año 387, año en que Mónica murió en Ostia (Italia), asistida por su propio hijo.

Se la representa tocada con un velo en actitud de orar o leyendo, con un rosario o junto a San Agustín.


lunes, 25 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA



SANTA TERESA DE JESUS JORNET



FECHA de canonización: 27 de enero de 1974 por el Papa Paulo VI.
Los mayores, esos a los que se les ha dado en llamar el colectivo de la Tercera Edad, que ven el ocaso de sus vidas desde el crepúsculo teñido de rojas claridades malva, tienen hoy mucho que agradecer a Dios y bastantes de ellos también a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados porque les cuidan, atienden, dan casa y ofrecen el calor de la familia que quizá perdieron o acaso les abandonó porque un día se les ocurrió pensar que de los viejos ya no se podía esperar mucho más, o que eran molestos con sus manías y achaques. Decía que ellos agradecen al buen Dios el testimonio y vida de unas personas, en este caso siempre mujeres, que han hecho de sus existencia una ofrenda de caridad efectiva.

Logran hacer de sus casas un lugar agradable, tranquilo, limpio y ventilado; allí se reza, se come alimento sano, se proporcionan las medicinas pertinentes y, sobre todo, se derrocha cariño de las dos clases: humano y sobrenatural. Son un grupo de mujeres tocadas que están alegres, animosas, activas y optimistas porque es mucho lo que tienen que levantar; se les ve por las calles llamando a las puertas de las casas, en pareja, pidiendo mucho de lo que sobra o algo de lo que se usa; llevan con ellas a todos el recuerdo de la caridad. ¡Claro que son piadosas! Muy rezadoras... de la Virgen y del Sagrario sacan la entereza, la fuerza, el afecto o cariño, comprensión y paciencia que de continuo han de derrochar a raudales cuando charlan, limpian, lavan, planchan, cocinan para los ancianos o cuando tienen que animar a tanta juventud acumulada.

Teresa de Jesús, la catalana de Lérida, tuvo en lo humano muchas coincidencias con su homónima de Castilla; delicada de salud en el cuerpo y alma grande, espontánea y andariega, con gracejo agradable. En lo divino tuvieron de común el olvido de sí y, por amor a Dios, saber darse.

Nació en Ayltona (Lérida) el 9 de enero de 1843. Sus padres, Francisco José Jornet y Antonia Ibars eran sencillos labradores, educando a su familia en la religión: Su hermana Josefa, Hija de la Caridad en el hospital de la Habana; su hermana María se incorporó con María a la nueva aventura religiosa; su hermano Juan, casado dio tres hijas a la congregación de su hermana Teresa; su tía Rosa, hermana de su madre, muerta en olor a santidad; su tío el Beato Francisco Palau, fraile carmelita exclaustrado, apóstol, orador, escritor, penitente, un huracán enardecido, acabará también en los altares.

Teresa creció en un clima doméstico de trabajo honrado. Estudia en Lérida para maestra y enseñó en Argensola (Barcelona); allí la veían desplazarse cada semana a Igualada para confesarse.

El P. Francisco Palau, tío abuelo suyo, está en trance de fundación de algo y la invita para que le ayude en el intento; pero Teresa ha pensado más en la vida religiosa donde podrá vivir en silencio y oración; por eso se hace clarisa entre las del convento de Briviesca, en Burgos, mientras que su hermana Josefa ingresa en Lérida en las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Pero la situación política de la segunda mitad del siglo XIX es complicada y compleja, no permite el gobierno la emisión de votos.

Se hace entonces Terciaria Franciscana y recupera algo de la actividad docente.

Cerca de su patria chica, en Huesca y Barbastro, un grupo de sacerdotes con D. Saturnino López Novoa a la cabeza piensa en una institución femenina que se dedicara a la atención de ancianos abandonados. Comprende Teresa que este es su campo y, arrastrando consigo a su hermana María y a otra paisana, comienza en "Pueyo" con una docena de mujeres y desde entonces es la cabeza, permaneciendo veinticinco años en el gobierno.

Desde Barbastro cambia a Valencia donde está la casa madre de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados porque es la patrona de la ciudad quien da apellido a la Institución. Luego se extenderán por Zaragoza, Cabra y Burgos; llenarán de casas-asilo que así le gusta a la madre que se llamen para resaltar el clima de familia la geografía española y pasan las fronteras. Cuando muere Teresa de Jesús en Liria, el año 1897, llegan a 103 y deja tras de sí a más de 1000 Hermanitas para continuar su labor hasta siempre, porque siempre ancianos habrá y algunos de ellos quedarán desamparados.

No quiso ella canonizaciones. Lo dejó dicho y escrito por si hubiera dentro de la Congregación con el paso del tiempo Hermanitas canonizables. Mandó que no se gastara dinero en proponer a nadie la subida a los altares. Ese fue el motivo de que pasaran los años sin el intento de iniciar su proceso de beatificación; y el rapidísimo salto a la canonización se debió a la sensibilidad del pueblo y a las manifestaciones sobrenaturales que tan frecuentemente Dios quiso mandar.

El anciano abuelo tembloroso, ensuciaba cada comida el mantel porque derramaba la sopa. Primero sus hijos le hicieron una cuchara de madera, pero incluso con la madera seguía ensuciando el mantel. No puede comer con la familia. Y lo llevan a la cocina. El abuelo tiene que comer solo en la compañía de sus hijos y de sus nietecitos. El más espabilado se entretenía jugando con un trozo de madera muy afanado. -¿Qué haces?, le preguntó su mamá: Y el niño, “estoy haciendo una cuchara de madera para cuando papá y tú seáis mayores”.

En la provincia y Diócesis de Lérida y en Aytona, España, de Francisco Jornet y de Antonieta Ibars, agricultores, nace el 9 de enero de 1843, Teresa Jornet, hoy ya canonizada y Patrona de la ancianidad Su caridad activa hacia los pobres, le movía a llevarlos a casa de su tía en Lérida, a donde se había trasladado para poder asistir a la escuela de la ciudad.

Estudia magisterio en Argensola, provincia de Barcelona. Solicitó ser admitida en las clarisas de Briviesca, cerca de Burgos, pero no pudo profesar por la prohibición de la legislación en vigor. Se dedicó a la enseñanza y se hizo terciaria carmelita. Una enfermedad que padeció después de la muerte de su padre, la obligó a permanecer en su casa por algún tiempo.

Don Saturnino López Novoa, canónigo de Huesca, su director, a quién confió la dirección de su alma, la encauzó hacia la fundación de una obra destinada a recoger a los ancianos sin familia y sin medios de subsistencia. Teresa, que hasta el momento había tenido la impresión desagradable de no haber hecho nada en su vida, se orientó decididamente hacia este ideal. En 1872, fundó la primera casa en Barbastro, con la ayuda de algunas jóvenes, y de su hermana, María.

Teresa se adelantó a su tiempo, porque entonces, hace más de un siglo, aún dejaban en la cocina a los abuelos, aunque con cuchara de madera, pero ahora, ni los quieren, ni les cuidan, y se arman líos entre las familias para zafarse del engorro de los viejos, según el refrán: “Parientes y trastos viejos, pocos y lejos”. En el Continente africano carecen de frigoríficos y de muchos de nuestros cachivaches de la modernidad; pasan hambre y toda clase de necesidades, pero conservan su humanísima tradición de respetar al anciano y considerarle como una bendición. Les minusvaloramos en esta cultura de la juventud, la belleza y el cultivo de los cuerpos, pero en humanismo el tercer mundo va por delante con nota al mundo que se cree supercivilizado. 

El 27 de enero de 1873, los miembros de la nueva congregación, recibieron el hábito religioso y Teresa fue elegida superiora. Un grupo de buenos católicos de Valencia propuso asegurar la vida de la pequeña comunidad. La madre Teresa aceptó y, como está en Valencia, constituye Patrona a la Virgen de los Desamparados, título muy apropiado para los ancianos Desamparados. Muy pronto el número de ancianos fue aumentando y creciendo sin cesar. Para poder recibir más, compró el antiguo convento de los Agustinos. Esta casa se convirtió en la casa madre de la Congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados. Se desarrolló tan de prisa la Obra, que en 1887, cuando fue aprobada por la Santa Sede, contaba ya con 58 casas.

María Teresa de Jesús formó muy sólidamente a sus hijas en el cumplimiento de sus obligaciones con los ancianos, hasta exponerse a la soledad, al frío y al hambre, para poder darles abrigo y un verdadero cariño. Aprendió de las terciarias carmelitas la devoción a la Virgen, y de las clarisas el amor a los pobres, y en los ejercicios de San Ignacio, el ardiente deseo de identificar sus sentimientos con la voluntad divina. Desarrolló una actividad incansable y una inalterable confianza en Dios. A los que le reprochaban que se ocupara de los más humildes oficios, respondía: "No hay nada pequeño cuando se trata de la Gloria de Dios". Cuando le decían que emprendía obras con un atrevimiento casi temerario, se sonreía diciendo: "Mientras más pobres haya, habrá más bienhechores".

Tenía el secreto de su paz interior inalterable en medio del tráfago continuo, en sus palabras: "Dios en el corazón, la eternidad en la cabeza, y el mundo bajo los pies".

Su organismo no pudo resistir al régimen que se impuso. A las fatigas físicas se juntaban los dolores mortales, como el de la epidemia del cólera, que acabó con veinticuatro hermanas y setenta ancianos. Cuando la enfermedad la obligó a detenerse, se retiró a Liria, Valencia, con la esperanza de que el buen aire le devolviera la salud.

Murió ahí, el 26 de Agosto de 1897, el 27 de abril de 1958 el Papa Pío XII la beatificó y fue canonizada por Pablo VI.

domingo, 24 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DÍA


SAN JOSÉ CALASANZ (CALASANCTIUS)
   1556-1648;   Fiesta: 26 de Agosto.
   Fundador de los Padres Escolapios.
   Patrón de las escuelas públicas cristianas. (Pío XII, 1948).
   Llamado en religión "a Matre Dei".
   Nació el 11 de septiembre de 1556 en el castillo de Calasanza,
   cerca de Petralta de la Sal, Aragón        (España).
   Murió el 25 de agosto de 1648, en Roma.

 

Resumen: Nació en Aragón el año 1557. Obtuvo una excelente formación y ejerció el sacerdocio en su patria. Más tarde, se trasladó a Roma, donde se dedicó a la INSTRUCCIÓN de los niños pobres y fundó una Sociedad destinada a este fin. Tuvo que sufrir duras pruebas, ENTRE ellas las calumnias de los envidiosos. Murió en Roma el año 1648.

Sus Padres son Pedro Calasanza (gobernador de la región) y Doña María Gastonia, le dieron a José, el menor de cinco hijos, una buena educación en la casa y después en la escuela de Petralta. Los religiosos que lo instruyeron en su niñez lo entusiasmaron por la vida sacerdotal. Desde muy pequeño su gran deseo era poder alejar el mal y el pecado de las almas de los demás. En el colegio se burlaban de él los compañeros, porque les perecía demasiado piadoso, pero poco a poco con su amabilidad los fue ganando a su FAVOR.
Después de sus estudios clásicos en Estadilla, estudió filosofía y leyes en Lérida, recibiendo el doctorado en leyes. Posteriormente, completó con honores cursos de teología en Valencia y Alcalá de Henares (España).
Tras la muerte de su madre y hermano, Don Pedro quiso que José fuera militar y se casase para perpetuar la familia. Dios Dios interfirió enviando una enfermedad en 1582 que llevó a José al borde de la muerte. El joven le prometió a Dios que si le concedía la curación, se dedicaría únicamente a TRABAJAR por la salvación de las almas. El joven curó de la enfermedad, y entonces el papá le permitió cumplir su promesa, y fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1583, por Hugo Ambrosio de Moncada, obispo de Urgel.
Sacerdote sabio, virtuoso y entregado
José comenzó su ministerio sacerdotal en la Diócesis de Albarracín, donde el obispo della Figuera lo envío a una región montañosa donde la gente era muy ignorante en religión. Allá, entre campos y caminos peligrosos, se propuso visitar familia por familia para enseñarles la religión.
En Barcelona existía una terrible pelea entre dos familias de las principales de la ciudad, con grave peligro de matanzas. San José fue enviado a poner la paz y logró que se casara un joven de una de las familias con una muchacha de la familia contraria y así volvió a ver paz entre los que ANTES eran enemigos.
El señor obispo de Urgel lo NOMBRÓ su teólogo y confesor y vicario general, el más alto puesto en la diócesis después del prelado. Cuando el obispo fue transferido a Lérida, se llevó a su teólogo. En 1586 della Figuera fue enviado como visitador Apostólico a la abadía de Montserrat, y José le acompañó como secretario. El obispo murió el año siguiente y José se fue, aunque urgentemente le pidieron que se quedase. Llegó a Calasanza solo para estar presente en la muerte de su padre. Fue entonces llamado por su obispo de Urgel para ser vicario-general del distrito de Trempe.
Dios lo llama a ENSEÑAR A LOS NIÑOS abandonados de Roma
 Funda los Escolapios y las "Escuelas Pías".
En 1602 ALQUILÓ una casa en San Andrea della Valle y comenzó la vida comunitaria con sus asistentes. Allí puso los fundamentos para su congregación religiosaA sus institutos educativos les puso por nombre "Escuelas Pías" y los padres que acompañaban al padre Calasanz se llamaron Escolapios. Después de un par de años ya había "Escuelas Pías" en muchos sitios de Italia y en muchos países.
En sus ratos libres se dedicaban a socorrer enfermos y necesitados, especialmente durante la peste o las inundaciones. San José de Calasanz y su amigo San Camilo eran incansables en el servicio.
En 1612 la escuela fue transferida al palacio de Torres junto a San Pantaleone. Aquí José vivió el resto de sus años como un verdadero hijo de la Iglesia y amigo de los niños abandonados.
Oposición y reivindicación
El padre Calasanz tenía una gran fuerza y un día se echó sobre sus espaldas una pesadísima campana y se subió por una escalera para llevarla a la torre. Pero la escalera se partió y él cayó con la campana y se rompió una pierna. Duró varios meses en cama entre la vida y la muerte y desde entonces su falta de salud lo hizo sufrir mucho. Pero los mayores sufrimientos le iban a llegar de otra manera totalmente inesperada.
Recibió el padre Calasanz como colaborador a un hombre ambicioso y lleno de envidia, el cual se propuso hacerle la guerra y quitarle el cargo de Superior General. Por las calumnias de este hombre y de varios más, nuestro santo fue llevado a los tribunales y solamente la intervención de un cardenal obtuvo que no lo echaran a la cárcel. Él repetía: "Me acusan de cosas que no he hecho, pero yo dejo a Dios mi defensa". El envidioso logró a base de calumnias que a San José Calasanz le quitaran el cargo de Superior General, y después las acusaciones mentirosas llegaron a tal punto que la Santa Sede determinó acabar con la congregación que el santo había fundado. San José al escuchar tan triste noticia, repitió las palabras del Santo Job: "Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea Dios".
Afortunadamente, después se supo la verdad y al Fundador le fueron restituidos sus cargos y la Comunidad volvió a ser aprobada y AHORA está extendida por todo el mundo.  Podemos entonces compreder por que un cardenal que después fue Sumo Pontífice, llamó a San José Calasanz "un segundo Job", aludiendo a los sufrimientos de santo Job de lo Biblia.
Por las quejas y calumnias contra el José de Calasanz y las Escuelas Pías, el Sumo Pontífice Clemente VIII envió a los sabios Cardenales Baronio y Antoniani a que hicieran una visita sorpresa a las tales escuelas. Los dos cardenales se presentaron repentinamente y encontraron que todo funcionaba tan sumamente bien, que el Papa al escuchar su excelente informe se propuso ayudarlas mucho más en adelante. Algo parecido hizo más tarde el Papa Paulo V y al darse CUENTA de los bien que funcionaban las escuelas del padre Calasanz, le concedió toda su ayuda. Y en verdad que la necesitaba porque las dificultades que se les presentaban eran muy grandes.
Final de una vida santa
El 25 de agosto del año 1648, a la edad de 92 años pasó ESTE gran apóstol a la eternidad, a recibir el premio de sus grandes obras apostólicas y de sus muchísimos sufrimientos. Fue sepultado el 26 de agosto del 1648.
Fue beatificado el 7 de agosto de 1748, y canonizado por Clemente XIII, el 16 de julio del 1767.
Dicen que San Alfonso de Ligorio cuando estaba fundando la Congregación de Padres Redentoristas, y encontraba fuertes dificultades y oposiciones, leía la vida de San José de Calasanz para animarse y seguir luchando HASTA conseguir la definitiva aprobación.

Los padres Escolapios CONTINÚAN la excelente obra de su fundador en sus escuelas esparcidas por todo el mundo.  

DESDE MI CALLE


UNIVERSALIDAD


Uno de los beneficios de los que disfrutan del tiempo de vacaciones, y que quizás han salido de su lugar habitual de residencia, tal vez cruzando distintas fronteras geográficas, culturales e incluso religiosas, es el ensanchamiento de la mente al observar la diversidad de modos de vida, de formas de vestir, la pluralidad de costumbres, por lo cual se derriban los muros, se abandona esa estrechez de la mirada.

De los riesgos que sufrimos cuando perdemos la perspectiva de la universalidad, es perecer en nuestros fundamentalismos ideológicos, no atrincherarnos en nuestros microcosmos.

El tiempo de veranos ayuda a practicar la acogida, la intercultural, la apertura, sin dejar de valorar por ello lo que sabemos qué es bueno y esencial, que podría ser el riesgo de quienes mitifican lo extraño y desprecian lo propio.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.


sábado, 23 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA






SAN  BARTOLOME
TAMBIÉN llamado "Natanael"
Apóstol
Fiesta: 24 de agosto
Etim. "hijo de Tolomai"

Bartolomé es uno de los 12 Apóstoles (Mt 10,3). 
El apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Bartolomé es la misma persona que Natanael, mencionado en el Evangelio de San Juan, donde nos dice que era de Caná. (Jn 21,2)
Los Hechos de los Apóstoles mencionan también su presencia en Pentecostés (1,13).
Según la tradición, después de la ascensión del Señor, predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.

Felipe dice a Natanael que han encontrado al Mesías esperado.  Natanael al principio duda al saber que Jesús es de Nazaret.  Felipe insistió: «Ven y lo verás.» (v.46).  Es entonces que ocurre el encuentro ENTRE Jesús y Natanael.
"Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
-Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?»
-Le respondió Jesús: «ANTES de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
-Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
-Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y BAJAR sobre el Hijo del hombre.» (Jn 1:47-51)
Según la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel  y fue decapitado por el Rey Astyages en Derbend. Según la tradición ESTE martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.   
Según Eusebius, Pantenus de Alejandría (Siglo II) encontró en la India un Evangelio de San Mateo atribuido a Bartolomé y escrito en hebreo. Dicho evangelio es apócrifo y fue condenado en el decreto de Pseudo-Gelasius.
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde AHORA están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.
Oración
Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan VENERABLE día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

DESDE MI CALLE





LA ROSA Y JUAN (CUENTO) 


Juan se sentía solo, volvía a su departamento, y el silencio era el único que le esperaba. Juan estaba triste, estaba solo, muy solo. Y Juan tuvo una brillante idea:
- Compañía, eso es lo que necesito, compañía. Y alegre se puso a pensar qué tipo de compañía. De chico le habían dicho que lo ideal para compañía era una rosa. También le habían advertido que las rosas tenían espinas y que si uno no era cuidadoso, en vez de disfrutar del placer de mirarlas, tocarlas y oler el perfume que emitían, podían terminar lamentándose todo el día de que la rosa era mala, que cada vez que uno se acercaba lo pinchaba a propósito con sus espinas, y otras tantas advertencias del mismo género.

Pero para Juan el riesgo valía la pena. Quería una rosa y salió a buscarla. Y cuando uno busca mucho, siempre encuentra lo que busca.
Así Juan salió decidido a la calle, y !oh casualidad!, a la vuelta de la oficina donde trabajaba la vió, estaba ahí delante de sus ojos, como había estado ella durante meses esperándolo y mirándolo cada vez que él pasaba, pero nunca se habían cruzado miradas. Pero ésta vez Juan estaba decidido a ser feliz y se acercó directamente a ella , tan directamente que la hizo temblar.
Juan la miró, y quedó totalmente embriagado y envuelto por su perfume. Juan estaba enamorado. Luego de un rato de pleno éxtasis Juan se decidió. Dió media vuelta y encaró al padre de la dama. 
¿Cúanto cuesta? preguntó con voz firme. -Veinte pesos, contestó el Vendedor de Flores, sorprendido por la pregunta tan imprevista, pues ni siquiera le había dicho buen día, y agregó ya recompuesto.
- Con diez pesos más se lleva esta maceta hermosa, señalando una roja de cerámica.
A los pocos minutos Juan salía feliz del negocio con María pues así le había puesto de nombre a la rosa. María salió alegre a la calle, en los brazos de Juan y vestida con su hermoso vestido de maceta roja.

Juan llegó a su casa, puso a María en el mejor lugar, donde podía recibir la luz de la mañana. Luego guardó el comprobante de compra de la rosa y finalmente se sentó a su lado. El resto de la tarde se deleitó mirándola y sintiéndola.
Los primeros días fueron realmente una "Luna de Miel".
A la noche Juan se llevaba a María al dormitorio para tenerla al alcance de su mano.
La luna de miel entre ellos duró poco.
Una noche Juan entre sueños acercó su mano para acariciar a María y de pronto un dolor intenso y una gota de sangre salió de su dedo índice. María, con sus espinas le había lastimado. Juan sintió que el dolor pasaba, pero volvieron a su mente las advertencias: cuidado con las rosas, cuando tú quieres brindarle amor, ellas te lastiman intencionalmente con sus espinas.

Al día siguiente Juan se olvidó de ponerle agua a la rosa, también se olvidó de ponerla al sol y así hizo los siguientes tres días.
Fué el sábado que Juan al entrar en el dormitorio la vió.
María estaba triste, sus pétalos que antes eran hermosos, estaban caidos sobre la mesita de luz. Su tierra reseca.
Juan sorprendido por la actitud de María, buscó la factura de compra, pues tenía anotado el teléfono del negocio de plantas y llamó para reclamar,
¿Qué problemas tiene con la planta que le vendí?, preguntó el vendedor.
¿Que no la riega ni la pone al sol desde hace tres días?, preguntó el vendedor indignado.
Juan cortó, medio disculpándose por su ignorancia y se puso a regar a la rosa, pero no podía evitar recordar con bronca lo que ella le había hecho: lo había lastimado cuando él se acercó, y seguramente lo había hecho con intención.
Y comenzó a regar hasta inundarla con agua, mientras pensaba....
- Voy a inundarla bien, así no la riego por siete díaas.
- Voy a dejarla al sol así no necesito moverla.
Y luego Juan fué a hacer otras cosas, sus cosas, las que eran realmente importantes para él.
Y María siguió perdiendo pétalos. Ya no emitía ningún perfume. Ya no sentía la energía y la palabra de Juan, y María se dejaba morir.

Pasaron otros tres días y Juan fué a un cine sólo. Durante la película vió una escena que le conmovió, y de pronto apareció la imagen de María ante sus ojos con sus pétalos caídos. Juan sintió en el fondo de su ser que María se moría de pena, y se dió cuenta que la amaba, que extrañaba sus formas, su tersura, su perfume, y Juan salió corriendo del cine y volvió a su casa.
Encontró a María desfalleciente, la tomó entre sus brazos, le sacó el agua en exceso de la maceta, y le habló del amor que le tenía, durante toda la noche. A la mañana la puso al sol, le agregó un poco de fertilizante, y así la cuidó en su convalecencia que duró casi un mes.
Al mes María estaba radiante y enamorada como siempre.
Y ése día Juan tomó el comprobante de compra y rompiéndolo en mil pedacitos le dijo a María:
-Alguna vez creí, equivocadamente, que porque te había comprado y puesto el comprobante de compra bajo la maceta podía decirte -"soy tu dueño, y no te riego".
- Hoy me doy cuenta que nuestra relación se sustenta en cambio en el amor diario que nos podamos dar, en que yo te riegue todos los días con mi amor, mientras tu me llenas con tu hermoso perfume, tu tersura, tu compañía.
Que todos los cuidados que yo te haya dispensado en el pasado, vivirán siempre como un maravilloso recuerdo, pero que no son suficientes para el día de hoy.
Y que a partir del día de hoy, para poder disfrutar te seguiré regando día tras día.
Y además tendré presente que si me encuentro con tus espinas puede ser, que parte de la culpa sea mía por no saber acercarme a ti.



viernes, 22 de agosto de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA





             SANTA ROSA DE LIMA


Santa Rosa de Lima
(Isabel Flores de Oliva; Lima, 1586 - 1617) Religiosa peruana de la orden de los dominicos que fue la primera santa de América. Tras haber dado signos de una intensa precocidad espiritual, a los veinte años tomó el HÁBITO de terciaria dominica, y consagró su vida a la atención de los enfermos y niños y a las prácticas ascéticas, extendiéndose pronto la fama de su santidad. Venerada ya en vida por sus visiones místicas y por los milagros que se le atribuyeron, en poco más de medio siglo fue canonizada por la Iglesia católica, que la declaró patrona de Lima y Perú, y poco después de América, Filipinas e Indias Orientales.
Biografía
Santa Rosa de Lima nació el 30 de abril de 1586 en la vecindad del hospital del Espíritu Santo de la ciudad de Lima, entonces capital del virreinato del Perú. Era hija de Gaspar Flores (un arcabucero de la guardia virreinal natural de San Juan de Puerto Rico) y de la limeña María de Oliva, que en el curso de su matrimonio dio a su marido otros doce hijos. Recibió bautismo en la parroquia de San Sebastián de Lima, siendo sus padrinos Hernando de Valdés y María Orozco.

Santa Rosa de Lima (óleo de Murillo)
En compañía de sus numerosos hermanos, la niña Rosa se trasladó al pueblo serrano de Quives (localidad andina de la cuenca del Chillón, cercana a Lima) cuando su padre asumió el EMPLEO de administrador de un obraje donde se refinaba mineral de plata. Las biografías de Santa Rosa de Lima han retenido vivamente el hecho de que en Quives, que era doctrina de frailes mercedarios, la futura santa recibió en 1597 el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo de Lima, Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, quien efectuaba una visita pastoral en la jurisdicción.
Aunque había sido bautizada como Isabel Flores de Oliva, en la confirmación recibió el NOMBRE de Rosa, apelativo que sus familiares empleaban prácticamente desde su nacimiento por su belleza y por una visión que tuvo su madre, en la que el rostro de la niña se convirtió en una rosa. Santa Rosa asumiría definitivamente tal nombre más tarde, cuando entendió que era "rosa del jardín de Cristo" y adoptó la denominación religiosa de Rosa de Santa María.
Ocupándose de la "etapa oscura" en la biografía de Santa Rosa de Lima, que corresponde precisamente a sus años de infancia y primera adolescencia en Quives, Luis Millones ha procurado arrojar nueva luz mediante la interpretación de algunos sueños que recogen los biógrafos de la santa. Opina Millones que ésa pudo ser la etapa más importante para la formación de su PERSONALIDAD, no obstante el hecho de que los autores han preferido hacer abstracción del entorno económico y de las experiencias culturales que condicionaron la vida de la familia Flores-Oliva en la sierra, en un asiento minero vinculado al meollo de la producción colonial. Probablemente esa vivencia (la visión cotidiana de los sufrimientos que padecían los trabajadores indios) pudo ser la que dio a Rosa la preocupación por remediar las enfermedades y miserias de quienes creerían luego en su virtud.
En Lima
Ya desde su infancia se había manifestado en la futura santa su vocación religiosa y una singular elevación espiritual. Había aprendido música, canto y poesía de la mano de su madre, que se dedicaba a instruir a las hijas de la nobleza. Se afirma que estaba bien dotada para las labores de costura, con las cuales ayudaría a sostener el PRESUPUESTOfamiliar. Con el regreso de la familia a la capital peruana, pronto destacaría por su abnegada entrega a los demás y por sus extraordinarios dones místicos.
Por aquel entonces, Lima vivía un ambiente de efervescencia religiosa al que no fue ajeno Santa Rosa: era una época en que abundaban las atribuciones de milagros, curaciones y todo tipo de maravillas por parte de una población que ponía gran énfasis en las virtudes y el ideal de vida cristiano. Alrededor de sesenta personas fallecieron en "olor de santidad" en la capital peruana ENTRE finales del siglo XVI y mediados del XVIII. Ello originó una larga serie de biografías de santos, beatos y siervos de Dios, obras muy parecidas en su contenido, regidas por las mismas estructuras formales y por análogas categorías de pensamiento.
En la adolescencia, Santa Rosa se sintió atraída con singular fuerza por el modelo de la dominica Santa Catalina de Siena (mística toscana del siglo XIV); siguiendo su ejemplo, se despojó de su atractiva cabellera e hizo voto de castidad perpetua, contrariando los planes de su padres, cuya idea era casarla. Tras mucha insistencia, los padres desistieron de sus propósitos y le permitieron seguir su vida espiritual. Quiso ingresar en la orden dominica, pero al no haber ningún convento de la orden en la ciudad, en 1606 tomó el HÁBITO de terciaria dominica en la iglesia limeña de Santo Domingo.

Santa Rosa de Lima (detalle
de un óleo de Claudio Coello)
Nunca llegaría a recluirse en un convento; Rosa siguió viviendo con sus familiares, ayudando en las tareas de la casa y preocupándose por las personas necesitadas. Bien pronto tuvo gran fama por sus virtudes, que explayó a lo largo de una vida dedicada a la educación cristiana de los niños y al cuidado de los enfermos; llegó a INSTALAR cerca de su casa un hospital para poder asistirlos mejor. En estos menesteres ayudó al parecer a un fraile mulato que, como ella, estaba destinado a ser elevado a los altares: San Martín de Porres.
Fueron muy contadas las personas con quienes Rosa llegó a tener alguna intimidad. En su círculo más estrecho se hallaban mujeres virtuosas como doña Luisa Melgarejo y su grupo de "beatas", junto con amigos de la casa paterna y allegados al HOGARdel contador Gonzalo de la Maza. Los confesores de Santa Rosa de Lima fueron mayormente sacerdotes de la congregación dominica. También tuvo trato espiritual con religiosos de la Compañía de Jesús. Es asimismo importante el contacto que desarrolló con el doctor Juan del Castillo, médico extremeño muy versado en asuntos de espiritualidad, con quien compartió las más secretas minucias de su relación con Dios. Dichos consejeros espirituales ejercieron profunda influencia sobre Rosa.
No sorprende DESDE luego que su madre, María de Oliva, abominase de la cohorte de sacerdotes que rodeaban a su piadosa hija, porque estaba segura de que los rigores ascéticos que ella misma se imponía eran "por ser de este parecer, ignorante credulidad y juicio de algunos confesores", según recuerda un contemporáneo. La conducta estereotipada de Santa Rosa de Lima se hace más evidente aún cuando se repara en que, por orden de sus confesores, anotó las diversas mercedes que había recibido del Cielo, componiendo así el panel titulado Escala espiritual. No se conoce mucho acerca de las lecturas de Santa Rosa, aunque es sabido que encontró inspiración en las obras teológicas de Fray Luis de Granada.
Últimos AÑOS
Hacia 1615, y con la ayuda de su hermano favorito, Hernando Flores de Herrera, construyó una pequeña celda o ermita en el jardín de la casa de sus padres. Allí, en un espacio de poco más de dos metros cuadrados (que todavía hoy es posible apreciar), Santa Rosa de Lima se recogía con fruición a orar y a hacer penitencia, practicando un severísimo ascetismo, con corona de espinas BAJO el velo, cabellos clavados a la pared para no quedarse dormida, hiel como bebida, ayunos rigurosos y disciplinas constantes.
Sus biógrafos cuentan que sus experiencias místicas y estados de éxtasis eran muy frecuentes. Según parece, semanalmente experimentaba un éxtasis parecido al de Santa Catalina de Ricci, su coetánea y hermana de HÁBITO; se dice que cada jueves por la mañana se encerraba en su oratorio y no volvía en sí hasta el sábado por la mañana. Se le atribuyeron asimismo varios dones, como el de la profecía (según la tradición, profetizó su muerte un año antes); la leyenda sostiene que incluso salvó a la capital peruana de una incursión de piratas.
Santa Rosa de Lima sufrió en ese tiempo la incomprensión de familiares y amigos y padeció etapas de hondo vacío, pero todo ello fructificó en una intensa experiencia espiritual, llena de éxtasis y prodigios, como la comunicación con plantas y animales, sin perder jamás la alegría de su espíritu (aficionado a componer canciones de amor con simbolismo místico) y la belleza de su rostro. Llegó así a alcanzar el grado más alto de la escala mística, el matrimonio espiritual: la tradición CUENTA que, en la iglesia de Santo Domingo, vio a Jesús, y éste le pidió que fuera su esposa. El 26 de marzo de 1617 se celebró en la iglesia de Santo Domingo de Lima su místico desposorio con Cristo, siendo Fray Alonso Velásquez (uno de sus confesores) quien puso en sus dedos el anillo simbólico en señal de unión perpetua


Con todo acierto, Rosa había predicho que su vida terminaría en la casa de su bienhechor y confidente Gonzalo de la Maza (contador del tribunal de la Santa Cruzada), en la que residió en estos últimos años. Pocos meses después de aquel místico desposorio, Santa Rosa de Lima cayó gravemente enferma y quedó afectada por una aguda hemiplejía. Doña María de Uzátegui, la madrileña esposa del contador, la admiraba; antes de morir, Santa Rosa solicitó que fuese ella quien la amortajase. En torno a su lecho de agonía se hallaba el matrimonio de la Maza-Uzátegui con sus dos hijas, doña Micaela y doña Andrea, y una de sus discípulas más próximas, Luisa Daza, a quien Santa Rosa de Lima pidió que entonase una canción con acompañamiento de vihuela. La virgen limeña entregó así su alma a Dios, el 24 de agosto de 1617, en las primeras horas de la madrugada; tenía SÓLO 31 años.
El mismo día de su muerte, por la tarde, se efectuó el traslado del cadáver de Santa Rosa al convento grande de los dominicos, llamado de Nuestra Señora del Rosario. Sus exequias fueron imponentes por su resonancia entre la población capitalina. Una abigarrada muchedumbre colmó las CALZADAS, balcones y azoteas en las nueve cuadras que separaban la calle del Capón (donde se encontraba la residencia de Gonzalo de la Maza) de dicho templo. Al día siguiente, 25 de agosto, hubo una misa de cuerpo presente oficiada por don Pedro de Valencia, obispo electo de La Paz, y luego se procedió sigilosamente a enterrar los restos de la santa en una sala del convento, sin toque de campanas ni ceremonia alguna, para evitar la aglomeración de fieles y curiosos.
El proceso que condujo a la beatificación y canonización de Rosa de Lima empezó casi de inmediato, con la información de testigos promovida en 1617-1618 por el arzobispo de Lima, Bartolomé Lobo Guerrero. Tras cinco décadas de procedimiento, el papa Clemente IX la beatificó en 1668 y un año después la declaró patrona de Lima y de Perú. Su sucesor, Clemente X, la canonizó en 1671; un año antes la había declarado además patrona principal de América, Filipinas y las Indias Orientales. La festividad de Santa Rosa de Lima se celebra el 30 de agosto en la mayor PARTE de los países, pese a que el Concilio Vaticano II lo trasladó al 23 de Agosto.