Deseo y espero que las próximas generaciones no sean como la actual
Cada vez que oigo ésta palabra, Génova, me viene a la memoria, aquella serie de television MARCO, basada en Marco, de los Apeninos a los Andes, un relato breve de ficción incluido por Edmundo de Amicis en su novela Corazón. Básicamente se trataba de un niño Marcos que andaba buscando a su madre.
Hoy en día, encontramos una concidencia en la sede de un partido político, cuyo máximo responsable es al mismo tiemo el Presidente del gobierno de la nación. La coincidencia es que dicha sede está ubicada en la calle Génova, nº 13 de Madrid.
En esta sede, los "habituales" de ella, andan buscando (como Marcos) a éste señor, de nombre Mariano Rajoy, que como las olas cuando azota una tormenta, en ocasiones aparece en las cresta de las olas, para desaparecer inmediatamente absorvido por ellas y hundido en lo más profundo de la mar.
En otras ocasiones, su aparición es detrás de una televisión de plasma (se supone que para no responder a las preguntas de los medios de comunicación presentes), inventándose un discurso vacío, alejado de la realidad cotidiana. Otras veces, su aparición es en el Senado (teóricamente cámara territorial) pidiendo excusas por la tormenta, y, por supuesto, no haciéndose responsable de ella.
Dado, que por fin, los "habituales" han logrado contactar con él, y todos ellos escandalizados por las consecuencias que la tormenta está acarreando, deben haberle convencido para que se presente en el Congreso de los Diputados (representantes de la soberanía nacional), y dé explicaciones. Las ha dado, si, pero inhibiéndose de las causas de la tormenta, echando la culpa a todo quisqui, ( perdón por la expresión), y haciendo esa defensa bariobajera Y TU MAS....
Así como Marcos encontró a su madre, aún el sr. Mariano Rajoy se encuentra missing del día a día ciudadano. No espero encontrarlo en las próximas elecciones, NO... Prefiero que siga DESAPARECIDO per secula seculorum.
DESDE ESTE RINCON de mi calle, que sigue siendo la calle de todos.
