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miércoles, 18 de octubre de 2017

MÚSICA Elvis Costello - Wednesday Week

PASTORAL: SANTO DEL DIA


San Pablo de la CruzFundador
Año 1775


San Pablo de la Cruz es el fundador de los Padres Pasionistas, nació en Génova (Italia) en 1684.
Cuando era niño, cada vez que le llegaba algún sufrimiento especial, la mamá le mostraba un crucifijo y le recordaba que Jesús ofreció sus sufrimientos por nosotros, y que también nosotros debemos ofrecer por Él lo que sufrimos. Así lo fue entusiasmando por la Pasión de Cristo.
Su padre le leía de vez en cuando el libro de vidas de Santos, y esto lo animaba mucho a ser mejor. Aquel buen hombre avisaba también continuamente a su hijo acerca de lo peligroso y dañino que es juntarse con malas compañías. Así lo libró de muchos males y peligros.
A los 15 años oyó un emocionante sermón acerca de esta frase de Jesús: "Si no se convierten y no hacen penitencia, todos perecerán". En esa fecha hizo una confesión general de toda su vida y desde aquel día empezó a dormir en el duro suelo, a ayunar, a dedicar varias horas de la noche a rezar y a leer libros piadosos. Luego organizó con algunos de sus compañeros una asociación de jóvenes para ayudar a los demás con sus palabras y buenos ejemplos a ser mejores. Varios de esos muchachos se hicieron religiosos después.
Se alistó en el ejército del Sumo Pontífice para defender la religión, pero después de un año se dio cuenta que no tenía vocación para militar. Luego rechazó unos negocios muy prometedores que le ofrecían y un matrimonio muy brillante que se le presentaba. Se quedó por varios años en la casa de sus padres dedicado a la oración, a la meditación y a practicar la caridad hacia los pobres.
En 1720 vio que en sueños le mostraban una sotana negra con un corazón y una cruz blanca y el nombre de Jesús. Era como un aviso del hábito o distintivo que debería dar a sus religiosos. Después en una visión oyó a la Sma. Virgen que le aconsejaba fundar una comunidad que se dedicara a amar y hacer amar la Santísima Pasión de Jesucristo. Pablo presentó estos mensajes por escrito al Sr. Obispo y a su director espiritual. Ambos, conociendo la vida heroica de virtud y oración que el joven había llevado desde niño, reconocieron que se trataba realmente de una vocación señalada por Dios. Y el Sr. Obispo le dio a Pablo la sotana negra con el corazón blanco y la cruz sobre el pecho.
Pablo se retiró durante 40 días a redactar los Reglamentos de la nueva comunidad, en una húmeda habitación junto a una sacristía, donde vivió todo ese tiempo a pan y agua y durmiendo por la noche en un lecho de paja. Esos Reglamentos son los que han seguido siempre sus religiosos. Luego se dedicó a ayudar a los sacerdotes a dar clases de catecismo, y a predicar misiones populares con gran éxito.
Los primeros candidatos que se presentaron pidiendo ser admitidos en la nueva Congregación, encontraron demasiado duro el Reglamento y se retiraron. Mientras tanto San Pablo de la Cruz y un compañero suyo viajaban por los pueblos predicando misiones y obteniendo muchas conversiones.
El Papa Benedicto XIV aprobó los Reglamento, pero suavizándolos un poco, y entonces empezaron a llegar novicios, y pronto tuvo ya tres casas de religiosos pasionistas.
En todas las ciudades y pueblos a donde llegaba predicaba acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo. A veces se presentaba con una corona de espinas en la cabeza. Siempre llevaba en la mano una cruz, y con los brazos extendidos, el santo hablaba de los sufrimientos de Nuestro Señor, en forma que conmovía aun a los más duros e indiferentes. A veces, cuando el público no demostraba conversión, se azotaba violentamente delante de todos, por los pecados del pueblo, de modo que hacía llorar hasta a los soldados y a los bandoleros.
Un oficial que asistió a algunos de sus sermones decía: "Yo he estado en muchas batallas, sin sentir el mínimo miedo al oír el estallido de los cañones. Pero cuando este padre predica me hace temblar de pies a cabeza". Es que Dios le había dado la eficacia de la palabra y el Espíritu Santo le concedía la gracia de conmover los corazones.
En los sermones era duro e intransigente para no dejar que los pecadores vivieran en paz con sus vicios y pecados, pero luego en la confesión era compresivo y amable, invitándolos a hacer buenos propósitos, animándolos a cambiar de vida, y aconsejándoles medios prácticos para perseverar siendo buenos cristianos, y portándose bien.
Dios colmó a San Pablo de la Cruz con dones extraordinarios. A muchas personas les anunció cosas que les iban a suceder en el futuro. Curó a innumerables enfermos. Estando a grandes distancias, de pronto se aparecía a alguno para darle algún aviso de importancia, y desaparecía inmediatamente. Rechazaba toda muestra de veneración que quisieran darle, pero las gentes se apretujaban junto a él y hasta le quitaban pedacitos de su sotana para llevarlos como reliquias y recuerdos.
Con su hermano Juan Bautista trabajaron siempre juntos predicando misiones, enseñando catecismo y atendiendo pobres. Como ambos eran sacerdotes, se confesaban el uno con el otro y se corregían en todo lo necesario. Solamente una vez tuvieron un pequeño disgusto y fue cuando un día Juan Bautista se atrevió a decirle a Pablo que lo consideraba un hombre verdaderamente virtuoso. El santo se disgustó y le prohibió hablarle por tres días. Al tercer día Juan Bautista le pidió perdón de rodillas y siguieron siendo buenos amigos como antes.
En 1771 fundó la comunidad de Hermanas Pasionistas que se dedican también a amar y hacer amar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
En 1772 sintiéndose muy enfermo mandó pedir al Papa su bendición para morir en paz. Pero el Sumo Pontífice le respondió que la Iglesia necesitaba que viviera unos años más. Entonces se mejoró y vivió otros tres años.
Su muerte ocurrió el 18 de octubre de 1775 cuando tenía ochenta años. Antes de cien años (1867) fue declarado santo.

DESDE MI CALLE






En nombre de los presos

No era precisa particular agudeza para darse cuenta de lo que iba a pasar. Acción/reacción/más acción. Hasta El País lo ha visto: la prisión de Sánchez y Cuixart da oxígeno al independentismo y así ha sido. Una reacción espontánea, inmediata, masiva de la gente. Aunque El País, siempre servicial con el gobierno, la reduce a unos "miles", ha sido muy considerable y muy, muy generalizada.
La decisión de la jueza,  cuestionada jurídicamente a fondo, es un disparate político mayúsculo, sobre todo por su sublime inutilidad. Ahora hay dos presos políticos, pero el movimiento que lideran sigue intacto, ha generado ya su nueva dirección provisional y mantiene su estructura en red operativa, ahora fogueada con un nuevo objetivo que la ineptitud del gobierno (pues la decisión, en el fondo, es política, como todos sabemos) le ha entregado en bandeja.
Ahora hay cientos de miles de gentes en las calles y la actitud de desobediencia (las institucioness catalanas paran dos días en protesta por el encarcelamiento) se extiende por la sociedad. El punto siguiente de más acción/más reacción pinta oscuro. De un lado tenemos una sociedad muy movilizada en paralelo con un duelo institucional entre el govern y el gobierno de consecuencias imprevisibles, y de otro 10.000 efectivos de antidisturbios acantonados en Cataluña. En cualquier momento puede saltar una chispa y producirse un desastre de esos que los burócratas de la UE llaman irreparables.
Preparándose para la eventualidad, el discurso del gobierno, con el firme apoyo del PSOE, culpa de antemano a Puigdemont (la derecha suele personalizar sus ataques) de las consecuencias de la aplicación del 155. El razonamiento, en efecto, es el del maltratador, el de culpar a la víctima. Esta tiene que encontrar el recto camino incluso en contra de sus intereses. En el ínterin de la tensa espera se disparan los rumores. Los "duros" del PP quieren ilegalizar los partidos independentistas. ¿Y por qué no las organizaciones sociales como la ANC y Ómnium? ¿Por qué no a la sociedad catalana? ¿Por qué no a Cataluña? No se rían. La aplicación del 155 y el estado de excepción de hecho que ya existen y quieren ser ampliados e intensificados, ¿que es sino la ilegalización de la Generalitat y, por ende, de Cataluña?
Por lo demás, el papel más desgraciado en este drama, que tiene algo de tragedia y algo de comedia bufa, corresponde al PSOE. Su apoyo sin reservas a la política represiva del PP, que se presenta como una muestra de alto sentido del Estado, pone de relieve que carece de un proyecto propio que pueda medirse en tirón electoral con el del PP. Se trata, pues, de un cálculo electoral. Y un cálculo electoral erróneo porque, puestos a votar la unidad de la Patria, la gente va al de la Patria de toda la vida.
Esta lamentable subalternidad de los socialistas (como la de toda la izquierda española en el banco de pruebas de Cataluña) desciende a niveles de auténtica sumisión. Sánchez ha pasado de anunciar que pediría inmisericorde la dimisión de Rajoy a retirar a escondidas, en la noche y la niebla, la petición de reprobación de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría a raíz del vandalismo policial en Cataluña que él mismo había ordenado presentar. Después de esto, pensar que el PSOE pueda suponer algún tipo de contrapeso a los seguros excesos del PP en el Principado es estar en Babia.
Es más, los socialistas, movidos por un renacido espíritu nacional español viajan a Bruselas a modo de embajadores del gobierno. ¿No quedábamos en que el conflicto catalán era un asunto interno español? ¿Qué pinta Sánchez en Bruselas desactivando el mensaje de la "represión" en Cataluña? Puestos ya a hacerle el trabajo sucio al gobierno, el SG puede aprovechar para negar que hubiera vandalismo policial el 1/10 y mucho menos 900 heridos. Al fin y al cabo, es lo que sostiene el señor Hernando, del partido al que el señor Sánchez apoya, el mismo señor Sánchez que el día 2 de octubre felicitaba a los cuerpos de seguridad del Estado por su actuación en Cataluña, pero no tenía ni una palabra para lamentar las víctimas.
Pero, ténganse los chistes. Si el PSOE se encuentra en este calamitoso estado, Podemos ni estado tiene. El conflicto España/Cataluña lo ha pulverizado y hecho enmudecer. Su ideología de izquierda lo lleva a simpatizar con la causa catalana (sin entender gran cosa de ella), pero su pragmatismo le aconseja no contradecir el espíritu nacional-español tan presente entre su electorado como en el del PSOE o los otros partidos dinásticos. Así que ahí se ha quedado, aferrado a su fórmula ideal de un referéndum pactado legal que los otros partidos españoles no aceptan. Una jaculatoria hueca. Un "Virgen, que me quede como estoy" mientras pasa esta tormenta.
Podemos vino a revolucionar España sin pensar en Cataluña y Cataluña ha revolucionado España sin pensar en Podemos.

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DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos, o de casi todos.