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viernes, 7 de febrero de 2014
DESDE MI CALLE
LAS ABEJAS Y LA COLMENA
El indiferente no toma partido, prefiere ser zángano en la colmena. En cierto modo el descarte es una humillante condena a muerte civil; pocas circunstancias amargan tanto como sentirse de más en una tarea común.
Dicho esto, observamos día a día, que nuestra sociedad civil está totalmente descartada de las decisiones que se toman en su nombre, En esta política de descartes, nuestra generación, y las venideras, son generaciones de deshecho a las que se les cuestiona su valía.
Es natural que semejantes consideraciones desalienten y sean causa de congoja, porque amortiguan el optimismo de las gentes. Gentes a las que se les indica que se barruntan signos precursores de la salida de la actual crisis. Gentes que niegan credibilidad y significado a esos síntomas. Hoy, no dan fe a los optimistas pronósticos de los observadores de la economía, de esos que jalean como dogmas inapelables aquellos que anuncian explendorosos augurios y que advierten que los momentos difíciles están ya felizmente superados. AMEN.
A esos ciudadanos que niegan sistemáticamente esos felices augurios, se les tilda de marxistas, acepción que es un argumento interpartidista. Facha y Marxista son brulotes de más apariencia que efecto. ¿Podría considerarse exagerada y alarmista la expresa preocupación instaurada en la sociedad? La respuesta está en esas manifestaciones, cada vez más numerosas, que transcurren por ciudades y pueblos, mostrando su indignación, y que presentan visos pre-revolucionarios. Así las cosas, el aviso debería ser oportuno y previsor para el que quiera entenderlo.
No seamos ni la abeja reina, ni zánganos. Seamos como las abejas obreras que construyen los tabiques de las celdillas. Dediquemonos, como esas abejas obreras, a trabajar para conseguir un espacio en que podamos vivir dignamente, haciendo caso omiso a ese hipotético optimismo, con la seguridad que únicamente en el esfuerzo común está la salida a la actual crisis.
DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
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