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sábado, 9 de marzo de 2013

DESDE MI CALLE


LA ABUELA, LOS SESOS Y LAS MENTIRAS


Hace años, siendo yo jovencito, me dijo un carpintero "cuando se mata al marrano y se muere la abuela no se va a la escuela". !La abuela! Enterramos a la anciana después de muchos escozores por la viruela de los años cumplidos. 
Aquella mujer olía a camino mendicante, a hambre, a pobreza y a muchas sufridas, calladas, ensangretadas. Muy devota, eso sí, de San Pancrazio. Quizá por la salud. Quizá por el trabajo.

Cuando se hacía la "matanza" por San Martín (de aquí el refrán "a todo cerdo le llega su San Martín"), la abuela arrebañaba lo sesos del animal, los freía y luego nos obligaba a los "pequeñajos" a saborear aquel manjar hechizado, y nos sermeoneaba diciendo "El que come sesos de cerdo nunca miente".

Por esta razón, y gracias a la abuela, la mayor parte de la sociedad está lejos de la falsedad, engaño, patraña, trola o fulería. Porque mentir, ya lo decía el catecismo "es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar". !Engañar!. Una sociedad que vive del embuste, de la farsa... está lejos del progreso, del bienestar. Aquellos que no han comido "seso de marrano" atropellan con avaricia, sin escrúpulos, la luz sincera e indefensa de los más débiles, de los pobres, de los desahuciados. Sin Piedad. !Viva Alí-Babá! Y tan contentos. YA ESTA BIEN. La sociedad debe atropar a los impuros de dedos largos, de mentiras de cocodrilos con dientes fieros, y a empujarlos hasta los establos para que con las bendiciones de San Antonio, patrono del marrano antón, les cure su dolor de conciencia, si conciencia les queda, después de frecuentar tanto campanario religioso. Necesitamos más sesos de cerdo si queremos sobrevivir y disfrutar de este mundo sin golfos.

Yo me pregunto ahora ¿Porqué a los cochinos se les llama también cerdos?, DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.