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domingo, 8 de mayo de 2016

POEMAS












SI VES UN MONTE DE ESPUMAS


Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es 
un abanico de espumas.

Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
Mi verso breve y sincero,
es del vigor del acero
conque se funde la espada.


PASTORAL: SANTO DEL DIA




San Gregorio Ostiense
                Obispo


Nada se conoce sobre los primeros años de Gregorio, llamado Ostiense, ni tampoco quiénes fueron sus padres. Sólo se sabe que en su juventud ingresó en el instituto de los benedictinos, en Roma, en el convento de San Cosme y San Damián. Por sus virtudes y consagración, pronto ganó la estima y el respeto de sus superiores, y fueron tales los progresos que hizo en los conocimientos, que a su fama de santo se unió la de docto.

Al morir el abad de San Cosme y San Damián, todos pensaron en Gregorio para sucederlo.

En su nueva  dignidad, se acrecentó la fama de Gregorio, por la sabiduría, bondad y rigor puestos en el cumplimiento de su ministerio, y a tanto llegó  ella que sus virtudes se hicieron públicas, lo cual movió al papa Juan XVIII a designarlo obispo de Ostia - el puerto de Roma  - y luego cardenal. Lo nombró además bibliotecario apostólico, y en este cargo sirvió Gregorio  a cuatro papas.

Por aquel tiempo en España las provincias de Navarra y La Rioja eran asoladas por plagas, principalmente de langostas. Agotados los recursos humanos, los pobladores solicitaron la ayuda del papa.

Éste, instituyó a Gregorio como su legado apostólico enviándolo a España. Al hallarse en la península, Gregorio recorrió aquellos pueblos, predicando la penitencia y organizando rogativas. Contó entre sus discípulos, como valiosa ayuda, a santo Domingo de la Calzada, y es fama que los fieles siguieron con fervor aquellas indicaciones, saneándose de ese modo la región.

Cinco años demandaron a Gregorio aquellas  tareas, padeciendo grandes fatigas. 

Consumido por ellas cayó gravemente enfermo y, retirándose a Logroño, dedicó el tiempo que le quedaba a prepararse para su muerte, que ocurrió el 9 de mayo de 1044, según unos, o 1048, según otros. Fue sepultado con gran solemnidad en la iglesia de San Salvador de Peñalba.

MUSICA EL SONIDO DEL SILENCIO. Subtitulada en Ingles-Español.PAUL SIMON & ART G...