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miércoles, 30 de enero de 2013

DESDE MI CALLE

CHORIZOS@BORBO-TON.com

ERASE una vez una casa muy grande, puff....Una real casa que diríamos en el pueblo y a la que llamaban la de los chorizos. Los niños jugaban a lo que salían les salía de los huevos (Kinder Sorpresa) y los mayores lo hacían con aviones de verdad, cientos de automóviles, barcos.... Marchaban a paises lejanos, a la casa de tócame-roke, donde lo pasaban pipa. Desde allí mogollón de tribu, chicos, chicas y toda la pesca, salían a cazar elefantes... Y traían con cada trompa que te cagas. En fin, eran de esa gente acostumbrada a hacer la real gana porque tenían mucho dinero. Pero era una familia rara.                                                                                                                                        Hace treinta años llegó a España el primero de ellos, un tipo alto y rubio que fué llamado por un tal Francisco Franco que era hijo, o primo-hermano de la Gran Bretaña (dicen). Al joven y pobretón rubiales le llamaron Juan Carlos I (no se sabe porqué, quizás porque esperaban a más gente) y lo alzaron en un sólo movimiento a un trono, del que aún no se ha apeado. Dicen que provenía de una casa en la que no tenían dónde caerse muertos, pero en un borom-borbon la familia se forró bien forrada. Hoy día la casa de los chorizos es muy famosa y dicen que el más tonto hace relojes.      Aquel rubiales se casó con una tal Sofía (no la Loren), tuvieron un niño y dos niñas, que hoy casado/as, también se han forrado. A un marido de le dieron el bote por ser rarito, al otro esposo de lo tienen ahí crucificado por chorizo. Nadie de la casa, ni cristo, ni padre ni hijo ni espíritu santo se había enterado del latrocinio, lo supieron por fuera.. Nadie ha indigado cómo en un santiamen aquel pobreton al que Franco marcó con su mano celestial, se encuentra ahora entre el grupo de las familias más ricas del pueblo. La justicia ha echado el ojo al Urdangarín, que no tiene sangre azul y dicen que está en la cuerda floja. Mientras en la casa de los chorizos hacen lo que les viene en real gana.           Y....los pajaritos cantan, las nubes se levantan....

Reflexiono paseando DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.