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jueves, 16 de octubre de 2014

DESDE MI CALLE




TAR-JETAS PARA "JETAS"



Ayer me llevé una sorpresa. Fui a la capital de mi provincia a hacer unas gestiones para el club deportivo en el que mis dos hijos están como entrenadores.

A primera vista, la gestión era fácil y rápida. Me tenía que personar en las oficinas de la Federación correspondiente, presentar unas fichas y unos contratos para que los validaran. Presentados éstos, me dieron un numero de cuenta para hacer un ingreso por el importe de la inscripción de dichas fichas, tanto del total de jugadores y jugadoras como de los contratos correspondientes. Hasta aquí, todo fué normal, bien y rápido.

Habiendo al lado de las oficinas de la Federación una entidad bancaria me dirigí a ella. Y aquí vino la sorpresa y el posterior enfado. El empleado que estaba en la ventanilla, al ver la cuenta y el banco en que se debía de ingresar el dinero (dinero que era en efectivo), me informó que si no tenía cuenta en esa entidad de ahorro y al contestarle que no, que no la tenía, primeramente me dijo que fuese a mi entidad bancaria, contestándole yo, que era en un pueblo de la provincia y que por ello lo hacía en efectivo. Entonces me dijo que tenía que pagar una sobretasa si quería ingresar el dinero, dinero que, repito, era en euros contantes y sonantes. A pesar de mis protestas y dado que había gente en la cola para ser atendida, opté por pagar esa sobretasa, e ingresar, "por fin", el dinero. Recibido el justificante del mismo, salí de esa entidad de ahorro muy, muy, enfadado.

Al principio, y pensando en lo acaecido, no salía de mi asombro. Posteriormente me dí cuenta que si por ingresar dinero te cobran, pues por algo sería. Entonces caí en la cuenta éso de las tar-jetas oscuras, negras, opacas (tienen diversos nombres según quién las nombre) y que todo el dinero que recaudan esas entidades como consecuencia de ésas tasas que se sacan de la manga con la connivencia del Banco de España, es para mantener ese tipo de gavelas a los miembros de sus consejos de administración o desadministración. Menos mal que el Banco de España sí está enterado de este tipo de sobretasas, porque de las tar-jetas oscuras, negras ú opacas, no tenía ni puñetera idea.

Mientras tanto, Montoro dice que Hacienda no tenía control de éstas compensaciones tarjetiles para actos de "servicio" o "protocolo". Ni de éstos ni de otros reales tapujos que Noos tienen mosqueados a la mayoría de los ciudadanos paganinis de ésta España, donde todo quisqui pone la mano para trincar: ya sean políticos, sindicalistas, empresarios, etc.

Para acabar, la nueva letra de una vieja canción: Al pasar por Bankia me dijo el bankiero, aunque seas bonita me quedó tu dinero.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos  (menos de los tar-jeteros)