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martes, 11 de febrero de 2014
DESDE MI CALLE
¿ME DAS TU PALABRA?
Esta frase y un apretón de manos, era, y no hace tanto tiempo, suficiente para validar una oferta, un contrato, un negocio.... incluso una amistad. A veces, se concretaba en un documento legal y ante notario. Otras, no hacía falta, únicamente con la palabra dada servía.
Hoy en día vale poco la palabra dada, no sirve para nada el apretón de manos. Los contratos, incluso los suscritos ante notario están hechos, parece, para ser incumplidos. Las promesas con las que nos han bombardeado los que se presentaban para gobernarnos, una vez conseguido su único objetivo que era conseguir el gobierno, han sido despreciadas, ignoradas. Se han dedicado a hacer lo contrario de lo que prometian - riéndose de todos nosotros - sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Entonces, ¿dónde han ido a parar aquellos valores éticos que con un apretón de manos, se sabía que la palabra dada iba a misa? ¿Dónde están actualmente aquellos que se vuelven de lado cuando los contratos y las promesas son quebrantados? ¿Qué hacen cuando esas promesas - las suyas, por cierto - una y otra vez van al baúl de los recuerdos? Han sustituido los valores éticos por la ambición del poder, por la soberbia de considerarse por encima de los demás, por el orgullo de estar sentados en una poltrona que creen les da derecho a todo.
Mi reflexión es, que debemos recuperar ese cálido apreton de manos, esa palabra dada como símbolo de respeto y confirmación de que la promesa hecha va a ser respètada y cumplida en todos sus términos.
DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
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