Entradas populares

lunes, 8 de mayo de 2017

PASTORAL: SANTO DEL DIA


San Gregorio Ostiense
                  Obispo


Nada se conoce sobre los primeros años de Gregorio, llamado Ostiense, ni tampoco quiénes fueron sus padres. Sólo se sabe que en su juventud ingresó en el instituto de los benedictinos, en Roma, en el convento de San Cosme y San Damián. Por sus virtudes y consagración, pronto ganó la estima y el respeto de sus superiores, y fueron tales los progresos que hizo en los conocimientos, que a su fama de santo se unió la de docto.
Al morir el abad de San Cosme y San Damián, todos pensaron en Gregorio para sucederlo.
En su nueva  dignidad, se acrecentó la fama de Gregorio, por la sabiduría, bondad y rigor puestos en el cumplimiento de su ministerio, y a tanto llegó  ella que sus virtudes se hicieron públicas, lo cual movió al papa Juan XVIII a designarlo obispo de Ostia - el puerto de Roma  - y luego cardenal. Lo nombró además bibliotecario apostólico, y en este cargo sirvió Gregorio  a cuatro papas.
Por aquel tiempo en España las provincias de Navarra y La Rioja eran asoladas por plagas, principalmente de langostas. Agotados los recursos humanos, los pobladores solicitaron la ayuda del papa.
Éste, instituyó a Gregorio como su legado apostólico enviándolo a España. Al hallarse en la península, Gregorio recorrió aquellos pueblos, predicando la penitencia y organizando rogativas. Contó entre sus discípulos, como valiosa ayuda, a santo Domingo de la Calzada, y es fama que los fieles siguieron con fervor aquellas indicaciones, saneándose de ese modo la región.
Cinco años demandaron a Gregorio aquellas  tareas, padeciendo grandes fatigas. Consumido por ellas cayó gravemente enfermo y, retirándose a Logroño, dedicó el tiempo que le quedaba a prepararse para su muerte, que ocurrió el 9 de mayo de 1044, según unos, o 1048, según otros. Fue sepultado con gran solemnidad en la iglesia de San Salvador de Peñalba.

DESDE MI CALLE



EL BALCÓN DONDE SE OYEN LOS TAMBORES DE LA GUERRA

El 16 de enero entra en Bilbao el Batallón Otxandiano, que desfila por las calles de la capital. Aguirre saluda a los gudaris, les felicita por su campaña y les exhorta a proseguir en su lucha «heroica y disciplinada».


1937
Imagen inédita de Aguirre durante la Guerra Civil. El lehendakari, acompañado de Pedro Basaldua y Joseba Rezola, asiste a un desfile de soldados del Ejército vasco desde el balcón del hotel Carlton, sede del Gobierno de Euskadi.
El batallón, cuyo nombre conmemora una victoria medieval (1355) de las tropas de Bizkaia contra fuerzas castellanas, regresa a Bilbao tras pasar 62 días combatiendo en las trincheras de Asturias. Los expedicionarios llegan por el ferrocarril de los Vascongados a la estación de Atxuri hacia mediodía. Una multitud sale a su encuentro en las calles. El cuartel central se sitúa en las Escuelas Cervantes.