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lunes, 21 de abril de 2014
DESDE MI CALLE
RESPETO A LA VIDA
Si algo valoramos hoy en día es la tolerancia, el respeto a la vida, incluso una actitud iconoclasta y contracultural respecto de todo. La modernidad no resiste largos relatos, sino sólo las crónicas menores. No empuja a las fidelidades hasta la muerte, sino simplemente a consensos provisionales.
La sociedad capitalista no entiende que personas desesperadas, cansadas de vivir en la miseria a la que las han arrojado, prefieran abandonar su estéril y miserable vida. No entiende estos "martirios absurdos". Pero lo grave es, que quizás, no entienda ningún tipo de martirio. No entiende a esas personas que han perdido la fortaleza, el deseo de vivir. Es decir, se han convertido en sal que ha perdido su sabor, y que únicamente sirven para ser pisoteadas y expandidas por el camino.
Significa que, ésa sociedad, ha sacrilizado de tal manera la propia seguridad e integridad, que todo lo que le ponga en cuestión lo juzga antihumano, cuando lo verdaderamente antihumano es haber hecho de la vida un colchón de latex.
Estas son las consecuencias que este salvaje capitalismo conduce al abismo a ésos, mal llamados, "sin techo", cuando todos somos los "sin techo", cuando somos todos las víctimas, como somos todos los que percibimos que nuestra sal ha perdido su sabor.
DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
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