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jueves, 25 de diciembre de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA






SAN ESTEBAN


Este santo se llama "protomártir" porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.

Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles. La Biblia en los Hechos de los Apóstoles narra que cuando en Jerusalen hubo una protesta de las viudas y pobres que no eran israelitas, porque en la distribución de las ayudas se les daba más preferencia a los que eran de Israel que a los pobres que eran del extranjero, los 12 apóstoles dijeron: "A nosotros no nos queda bien dejar nuestra labor de predicar por dedicarnos a repartir ayudas materiales". Y pidieeron a los creyentes que eligieran por voto popular a siete hombres de muy buena conducta y llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encargaran de la repartición de las ayudas a los pobres. Y entre los siete elegidos, resultó aclamado Esteban (junto con Nicanor, Felipe y otros) Fueron presentados a los apóstoles, los cuales oraron por ellos y les impusieron las manos, quedando así ordenados de diáconos (palabra que significa "ayudante" "servidor". Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdote).

Los judíos provinientes de otros países, al llegar a Jerusalen empezaron a discutir con Esteban que les hablaba muy bien de Jesucristo, y no podían resistir a su sabiduría y al Espíritu Santo que hablaba por medio de él. Siempre les ganaba las discusiones. Lo llevaron ante el Tribunal Supremo de la nación llamado Sanedrín, para acusarlo, con falsos testigos, que él afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y acabar con las leyes de Moisés. Y los del tribunal al observarlo vieron que su rostro brillaba como el de un ángel.

Esteban pronunció entre el Sanedrín un impresionante discurso en el cual fué recordando toda la historia del pueblo de Israel (Está en el capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles) y les fué echando en cara a los judíos que ellos siempre se habían opuesto a los profetas y enviados de Dios, terminando por matar al más santo de todos, Jesucristo el Salvador. Al oir ésto, ellos empezaron a rechinar de rabia. Pero Esteban lleno del Espíritu Santo miró fijamento al cielo y vió la gloria de Dios y a Jesús que estaba de pie a la derecha de Dios y exclamó: "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pié a la derecha de Dios". Entonces ellos llenos de rabia se taparon los oidos y se lanzaron contra él.

Lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apadrearon. Los que le apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de éste mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado" Y diciendo ésto, murió. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban, y la comunidad hizo gran duelo por él.