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jueves, 2 de mayo de 2013

DESDE MI CALLE


CONVERSACIONES CON AMIGOS

Amigos...Al paso del tiempo con cúantos nos encontramos...En la infancia, en la juventud, en la vida laboral, en la jubilacion..

En la infancia son normalmente tus compañeros de clase de la escuela. Juegas con ellos, compartes deberes, y hablas. Las conversaciones solian ser de cine, de deportes, de cómo son los maestros, nos reiamos de su forma de hablar o de andar, o si estaban gordos o delgados. Es decir, charlas inocentes, sencillas.

En la juventud, ya cambian algunos amigos, unos porque sus padres  se van a vivir a otra localidad, o porque van a otro instituto distinto, o según que estudios quieres hacer buscas el instituto o la universidad más adecuada, o simplemente tienes que trabajar porque en tu casa necesitan otro salario ya que no tienen medios económicos para darte una educación superior. Estos amigos los vas sustituyendo por otros también compañeros de aulas. Ya las conversaciones son muy distintas. Ya no hablas de juegos ni te burlas de tus profesores como lo hacías de tus maestros, les tienes más respeto, incluso con alguno hasta confianza. El tema más común son las chicas; la sexualidad es ya un "problema" para ti. Compartes con tus amigos tus experiencias en ese campo, naturalmente exagerando más que un cazador con la caza; deseas salir con una chica, tener citas con ella, ir al cine acompañado, a una disco, todo con ella. También las discusiones con tus amigos sobre deportes, otro tema "estrella" en esos años, son apasionadas. Ya, cuando sales con los amigos, lo haces de tarde/moche, y las charlas con ellos duran hasta las tantas.

En la vida laboral, los amigos ya son los del trabajo. Se dejan atrás los de la infancia y juventud, y cuando casualmente te encuentras con alguno de ellos, habláis y hablais, os contáis "batallitas" ya olvidadas. Presumís de todo y por todo, sea verdad o mentira. Ya piensas en el matrimonio porque crees que tienes trabajo para siempre y puedes formar y mantener una familia decentemente. Vienen los hijos, y se cambian otra vez los amigos. Ya son los de la pareja, los padres de los niños que van al colegio con los tuyos, etc.. Las conversaciones giran casi siempre alrededor de los críos. De vez en cuando te encuentras con alguno de tus viejos amigos, y propones reunirnos periódicamente para hablar de los "viejos tiempos". !Cuantas cosas salen a relucir en esas tertulias! Piensas !Qué tiempos aquellos! Ingenuamente crees que los de antes fueron  mejores que los actuales, sin pensar que el día que vivimos es el mejor, porque VIVIMOS.

En la jubilación, ya todos los amigos son completamente diferentes. Cuando llegas a ese ""estado de jubilado", piensas que las reuniones que vas a tener para hablar, conversar, discutir...va a ser con gente en el mismo "estado" que tú, es decir jubilada. Pero no, hoy te encuentras con mucha gente joven, además de jubilados, gente en paro, chicos que han terminado sus estudios pero no encuentran trabajo. Las conversaciones ya no son sobre deportes o mujeres o los hijos. Ya no se presume de nada, ni se fanfarronea. Las conversaciones, muchas veces mientras juegas una partida de cartas, o tomas un vino, son sobre el gobierno, el paro, conoces palabras, y las discutes, como "prima de riesgo", "deficit", y tantas otras que antes eran exclusivas de los técnicos economistas. Y así entre partida y partida de cartas, vino y vino, las conversaciones se hacen deprimentes, el ánimo,sobre todo entre los parados y los jóvenes, está por los suelos. Sólo nosotros, los jubilados, somos los que les hacemos ver que siguen VIVOS, que tiren para adelante. Y al final, somos los jubilados los que pagamos las consumiciones, cuando hace años eran los jbilados a los que se les debía de ayudar, y pagarles un cafetito porque VIVIAN de sus pensiones. Ahora, es ésta pensión la que sustenta, en muchas casas, a la familia.

Cambian las conversaciones, los amigos y todo ésto se nota DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.