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jueves, 13 de marzo de 2014
DESDE MI CALLE
DOLOR, VIOLENCIA, POBREZA
Son muchos los lugares de nuestro mundo que viven situaciones crónicas de dolor, violencia y pobreza. A veces sus imágenes se cuelan en nuestras casas a través de los medios de comunicación, en otras, somos nosotros mismos los testigos mudos que conviven diariamente con quienes son víctimas del dolor. Los sentimientos de rabia y de impotencia no bastan para compartir las situaciones de los que más sufren. Entonces ¿qué? La lista de los dolores humanos es tan extensa que no es fácil creer que sobre este mundo nuestro, exista aún esperanza de un futuro.
¿Cúantas veces hemos pensado que el mal nos atrapa por todas partes? O, más crudamente, ¿Cúantas veces hemos creido que todo nuestro esfuerzo es perfectamente inútil en el concierto de las necesidades humanas?.
Quisiéramos hacer algo, y nos estrellamos contra una realidad que no cambia. Quisiéramos clamar con fiereza, pero nos brotan palabras sin cuento, vacías, reiterativas. Quisiéramos, por lo menos, emocionarnos, pero ni siquiera somos ya dueños de nuestros sentimientos.
Nos queda siempre lo que podemos definir como terapia de choque. Esta terapia puede ser pensada para todos aquellos que "no saben qué hacer o sentir". Puede ésta terapia curar nuestra ansiedad, conectarnos con la fuente de todo cambio, pedir lo esencial, rearmarnos moralmente para un compromiso sencillo y sostenido, dejar que la palabra nunca nos deje como estábamos. Hacer que este cambio, posible y silencioso, sea la oración de los pobres.
DESDE MI CALLE, reflexionando sobre todo ésto, hagamos que siga siendo la calle de todos.
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