DESDE MI CALLE

ABATIMIENTO, DESALIENTO E INDIGNACION.


En ocasiones nos llega el sentimiento de abatimiento, a causa del cual nos podemos sentir cansados, en una amalgama de sentimientos, tales como la melancolía, la tristeza, a veces hasta el desaliento.

Escuchamos, vemos, leemos en los medios de comunicación cómo a los actos delictivos comunes les asigna la policía unos ticks, sobrenombres, motes,etc. Son actuales los alucinajes, butrones, tirones, etc., con los que enseguida fotografiamos los actos. Suelen ser muchas de las personas que cometen estos delitos, personas marginadas, abatidas, desesperadas, a las que, quizás no les quede otro recurso para alimentar a su familia, a hacer frente a esa hipoteca criminal y abusiva en sus condiciones, o a poder salvar el desahucio anunciado por el banco de turno.

En cambio, si bien escuchamos, vemos, leemos en los medios de comunicación, que sí existen otro tipo de delincuentes, los llamados de guante blanco, y cuyos delitos son el cobro de comisiones ilegales, la corrupción, el fraude fiscal, el lavado de dinero negro, la fuga de capitales a paraisos fiscales, el trafico de influencias, el abusar de su status parentesco con altas instituciones del estado, etc.

Así como a los delicuentes comunes se les juzga, casi siempre, por juicios espress,con abogados de oficio que por el elevado nímero de casos que llevan no pueden dedicarles el tiempo personalizado para una buena defensa, a los delincuentes de guante blanco los juicios se alargan durante meses, años; se les permite que sigan en la calle mientras salga la sentencia, conservando su diaria rutina, propiciando que puedan destruir documentos que pudieran comprometerles, incluso fugarse del país, todo eso con bufetes de abogados especializados a su disposición.

Por todo ello, no es extraño que en la sociedad se haya asentado un sentimiento de abatimiento, tristeza, desilusión, pero sobre todo de indignación.

En todo ello pienso completamente indignado DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.