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LA SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
La Iglesia nos manda echar en éste día una mirada al cielo, que es nuestra futura patria, para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos, procedentes de Israel y de toda nación, pueblo y lengua , los cuales revestidos de de blancas túnicas y con palmas en las manos, alaban sin cesar al Cordero sin mancilla, Cristo, la Virgen, los nueve coros de ángeles, los Apóstoles y Profetas, los Mártires con su propia sangree purpurados, los Confesores, radiantes con sus blancos vestidos, y los castos coros de Vírgenes forman ése majestuoso cortejo, integrado por todos cuantos acá en la tierra se desasieron de los bienes caducos y fueron mansos , mortificados, justicieros, misericordiosos, puros pacíficos y perseguidos. Entre ésos millones de Justos a quienes hoy honramos y que fueron sencillos fieles de Jesús, están muchos de los nuestros, parientes, amigos, miembros de nuestra familia parroquial, a los cuales van dirigidos nuestros cultos.
Ésta fiesta común ha de ser nuestra algún día, ya que por desgracia son muy contados los que tienen grandes ambiciones de ser santos-
Alegrémonos, pues, en el Señor, y al considerarnos todavía bogando en el mar revuelto, lamemos a voces a los que vemos gozar ya de la tranquilidad del puesto, sin exposición a mareos ni tempestades.
Ellos sabrán compadecerse de nostros, habiendo pasado por harto más reciaas luchas y penalidades que las nuestras.
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lunes, 31 de octubre de 2016
domingo, 30 de octubre de 2016
PASTORAL: SANTO DEL DIA
San Quintín
Mártir
Año 287
Fue Quintín hijo de un senador romano muy apreciado de la gente.
Se hizo amigo del Papa San Marcelino, quién lo bautizó.
El más grande deseo de Quintín era hacer que muchas personas conocieran y amaran a Jesucristo, y poder derramar su sangre por defender la religión.
Cuando el Papa San Cayo organizó una expedición de misioneros para ir a evangelizar a Francia, Quintín fue escogido para formar parte de ese grupo de evangelizadores.
Dirigido por el jefe de la misión, San Luciano, fue enviado Quintín a la ciudad de Amiens, la cual ya había sido evangelizada en otro tiempo por San Fermín, por lo cual hubo un nutrido grupo de cristianos que le ayudaron allí a extender la religión. Quintín y sus compañeros se dedicaron con tan grande entusiasmo a predicar, que muy pronto ya en Amiens hubo una de las iglesias locales más fervorosas del país.
Nuestro santo había recibido de Dios el don de sanación, y así al imponer las manos lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos y demás enfermos. Había recibido también de Nuestro Señor un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas que se veían libres de los ataques del diablo al recibir la bendición de San Quintín. Esto atraía más y más fieles a la religión verdadera. Los templos paganos se quedaban vacíos, los sacerdotes de los ídolos ya no tenían oficio, mientras que los templos de los seguidores de Jesucristo se llenaban cada vez más y más.
Los sacerdotes paganos se quejaron ante el gobernador Riciovaro, diciéndole que la religión de los dioses de Roma se iba a quedar sin seguidores si Quintín seguía predicado y haciendo prodigios. Riciovaro, que conocía a la noble familia de nuestro santo, lo llamó y le echó en cara que un hijo de tan famoso senador romano se dedicara a propagar la religión de un crucificado. Quintín le dijo que ese crucificado ya había resucitado y que ahora era el rey y Señor de cielos y tierra, y que por lo tanto para él era un honor mucho más grande ser seguidor de Jesucristo que ser hijo de un senador romano.
El gobernador hizo azotar muy cruelmente a Quintín y encerrarlo en un oscuro calabozo, amarrado con fuertes cadenas. Pero por la noche se le soltaron las cadenas y sin saber cómo, el santo se encontró libre, en la calle. Al día siguiente estaba de nuevo predicando a la gente.
Entonces el gobernador lo mandó poner preso otra vez y después de atormentarlo con terribles torturas, mandó que le cortaran la cabeza, y voló al cielo a recibir el premio que Cristo ha prometido para quienes se declaran a favor de Él en la tierra.
jueves, 27 de octubre de 2016
PASTORAL: SANTO DEL DIA
San Simón y San Judas Tadeo
San Judas Tadeo es uno de los santos más populares, a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe. En Alemania, Italia, América y muchos sitios más, tiene numerosos devotos que consiguen por su intercesión admirable ayuda de Dios, especialmente en cuanto a conseguir empleo, casa u otros beneficios.
Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones que Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de San Judas Tadeo. Judas es una palabra hebrea que significa: "alabanzas sean dadas a Dios".
Tadeo quiere decir: "valiente para proclamar su fe".
Simón significa: "Dios ha oído mi súplica".
A San Simón y San Judas Tadeo se les celebra la fiesta en un mismo día porque según una antigua tradición los dos iban siempre juntos todas partes a predicanr la Palabra de Dios. Ambos fueron llamados por Jesús para formar parte del grupo de sus 12 escogidos o apóstoles. Ambos recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego el día de Pentecostés y presenciaron los milagros de Jesús en Galilea y Judea y oyeron sus sermones; le vieron ya resucitado y hablaron con Él después de su santa muerte en la Cruz, le vieron luego de Su gloriosa resurrección y fueron testigos prescenciales Su ascensión al cielo.
A Judas se le llama Tadeo para diferenciarlo de Judas Iscariote que fue el que entregó a Jesús.
San Judas Tadeo escribió una de las Cartas del Nuevo Testamento. En la misma, ataca a los gnósticos y dice que los que tienen fe pero no hacenbuenas obras son como nubes que no tienen agua, árboles sin fruto, y olas con sólo espumas, y que los que se dedican a los pecados de impureza y a hacer actos contrarios a la naturaleza, sufrirán la pena del fuego eterno.
La antigua tradición cuenta que a San Simón lo mataron aserrándolo por medio y, a San Judas Tadeo, cortándole la cabeza de un hachazo. A San Judas le pintan muchas veces con un hacha en la mano. |
miércoles, 26 de octubre de 2016
POEMAS
EL MÍO CID
AUTOR ANÓNIMO
CANTAR I
1.
De los sos ojos tan fuerte mientre lorando
tornava la cabeça y estava los catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcandaras vazias sin pielles e sin mantos
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiro mio Çid ca mucho avie grandes cuidados.
Ffablo mio Çid bien e tan mesurado:
"¡Grado a ti, señor, padre que estas en alto!
¡Esto me an buelto mios enemigos malos!"
Alli pienssan de aguijar, alli sueltan las riendas.
A la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
y entrando a Burgos ovieron la siniestra.
Meçio mio Çid los ombros y engrameo la tiesta:
"¡Albriçia, Albar Ffañez, ca echados somos de tierra!"
3
Mio Çid Ruy Diaz por Burgos entrava,
en su compaña lx. pendones levava.
Exien lo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos tanto avien el dolor.
De las sus bocas todos dizian una razon:
"¡Dios, que buen vassalo! ¡Si oviesse buen señor!"
Conbidar le ien de grado mas ninguno non osava;
el rey don Alfonsso tanto avie la grand saña,
antes de la noche en Burgos del entro su carta
con grand recabdo e fuerte mientre sellada,
que a mio Çid Ruy Diaz que nadi nol diesse¡n¿ posada,
e aquel que gela diesse sopiesse ?vera palabra?
que perderie los averes e mas los ojos de la cara
e aun demas los cuerpos e las almas.
Grande duelo avien las yentes christianas;
asconden se de mio Çid ca nol osan dezir nada.
El Campeador adeliño a su posada;
asi commo lego a la puerta falola bien çerrada
por miedo del rey Alfonsso que assi lo avien parado
que si non la quebrantas por fuerça que non gela abriese nadi.
Los de mio Çid a altas vozes laman,
los de dentro non les querien tornar palabra.
Aguijo mio Çid, a la puerta se legava,
saco el pie del estribera, una feridal dava;
non se abre la puerta ca bien era çerrada.
Una niña de nuef años a ojo se parava:
"¡Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada!
El rey lo ha vedado, anoch del entro su carta
con grant recabdo e fuerte mientre sellada.
Non vos osariemos abrir nin coger por nada;
si non, perderiemos los averes e las casas
e demas los ojos de las caras.
Çid, en el nuestro mal vos non ganades nada;
mas ¡el Criador vos vala con todas sus vertudes santas!"
Esto la niña dixo e tornos pora su casa.
Ya lo vee el Çid que del rey non avie graçia.
Partios de la puerta, por Burgos aguijava,
lego a Santa Maria, luego descavalga,
finco los inojos, de coraçon rogava.
La oraçion fecha luego cavalgava;
salio por la puerta e en Arlançon pasava.
Cabo essa villa en la glera posava,
fincava la tienda e luego descavalgava.
Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora çinxo espada
poso en la glera quando nol coge nadi en casa,
derredor del una buena conpaña.
Assi poso mio Çid commo si fuesse en montaña.
Vedada l'an compra dentro en Burgos la casa
de todas cosas quantas son de vianda;
non le osarien vender al menos dinarada.
5
Martin Antolinez el burgales complido
a mio Çid e a los suyos abastales de pan e de vino;
non lo conpra, ca el selo avie consigo;
de todo conducho bien los ovo bastidos.
Pagos mio Çid el Campeador conplido
e todos los otros que van a so çervicio.
Fablo Martin Antolinez, odredes la que a dicho:
"¡Ya Canpeador en buen ora fuestes naçido!
Esta noch y[a]gamose vayamos nos al matino,
ca acusado sere de lo que vos he servido;
en ira del rey Alfonsso yo sere metido.
Si con vusco escapo sano o bivo
aun çerca o tarde el rey querer me ha por amigo;
si non, quanto dexo ¡no lo preçio un figo!"
6
Fablo mio Çid el que en buen ora çinxo espada:
"¡Martin Antolinez sodes ardida lança!
Si yo bivo doblar vos he la soldada.
Espeso e el oro e toda la plata;
bien lo vedes que yo no trayo nada,
e huebos me serie pora toda mi compaña;
fer lo he amidos, de grado non avrie nada.
Con vuestro consego bastir quiero dos archas;
incamos las d'arena ca bien seran pesadas,
cubiertas de guadalmeçi e bien enclaveadas.
Los guadameçis vermejos e los clavos bien dorados.
Por Rachel e Vidas vayades me privado;
quando en Burgos me vedaron compra y el rey me a airado,
non puedo traer el aver ca mucho es pesado,
enpeñar gelo he por lo que fuere guisado.
De noche lo lieven que non lo vean christianos;
vealo el Criador con todos los sos santos,
yo mas non puedo e amidos lo fago."
8
Martin Antolinez non lo detardava,
por Rachel e Vidas a priessa demandava.
Passo por Burgos, al castiello entrava,
por Rachel e Vidas a priessa demandava.
9
Rachel e Vidas en uno estavan amos
en cuenta de sus averes, de los que avien ganados.
Lego Martin Antolinez a guisa de menbrado:
"¿O sodes, Rachel e Vidas, los mios amigos caros?
En poridad fablar querria con amos."
Non lo detardan, todos tres se apartaron:
"Rachel e Vidas: amos me dat las manos
que non me descubrades a moros nin a christianos;
por siempre vos fare ricos, que non seades menguados.
El Campeador por las parias fue entrado,
grandes averes priso e mucho sobejanos;
retovo dellos quanto que fue algo,
por en vino a aquesto por que fue acusado.
Tiene dos arcas lennas de oro esmerado.
Ya lo vedes que el rey le a airado.
Dexado ha heredades e casas e palaçios;
aquelas non las puede levar, si non, ser ien ventadas;
el Campeador dexar las ha en vuestra mano,
e prestalde de aver lo que sea guisado.
Prended las archas e meted las en vuestro salvo;
con grand jura meted i las fes amos
que non las catedes en todo aqueste año."
Rachel e Vidas seyen se consejando:
"Nos huebos avemos en todo de ganar algo.
Bien lo sabemos que el algo gaño,
quando a tierra de moros entro que grant aver saco;
non duerme sin sospecha qui aver trae monedado.
Estas archas prendamos las amas,
en logar las metamos que non sean ventadas.
Mas dezid nos del Çid: ¿de que sera pagado,
o que ganançia nos dara por todo aqueste año?"
Respuso Martin Antolinez a guisa de menbrado:
"Mio Çid querra lo que ssea aguisado,
pedir vos a poco por dexar so aver en salvo;
acogen sele omnes de todas partes menguados;
a menester seis çientos marcos."
Dixo Rachel e Vidas: "Dar gelos hemos de grado."
"Ya vedes que entra la noch, el Çid es presurado;
huebos avemos que nos dedes los marchos."
Dixo Rachel e Vidas: "Non se faze assi el mercado,
si non primero prendiendo e despues dando."
Dixo Martin Antolinez: "Yo desso me pago.
Amos tred al Campeador contado,
e nos vos ayudaremos que assi es aguisado
por aduzir las archas e meter las en vuestro salvo,
que non lo sepan moros nin christianos."
Dixo Rachel e Vidas: "Nos desto nos pagamos;
las archas aduchas, prendet seyes çientos marcos."
Martin Antolinez cavalgo privado
con Rachel e Vidas de voluntad e de grado.
Non viene a la pueent ca por el agua a passado
que gelo non venta¡n¿ssen de Burgos omne nado.
Afevos los a la tienda del Campeador contado:
assi commo entraron al Çid besaron le las manos,
sonrrisos mio Çid, estavalos fablando:
"¡Ya don Rachel e Vidas avedes me olbidado!
Ya me exco de tierra ca del rey so airado;
a lo quem semeja de lo mio avredes algo,
mientras que vivades non seredes menguados."
Don Rachel e Vidas a mio Çid besaron le las manos.
Martin Antolinez el pleito a parado
que sobre aquelas archas dar le ien vi çientos marcos
e bien gelas guardarien fasta cabo del año;
ca assil dieran la fe e gelo avien jurado
que si antes las catassen que fuessen perjurados,
non les diesse mio Çid de la ganançia un dinero malo.
Dixo Martin Antolinez: "Cargen las archas privado.
Levaldas, Rachel e Vidas, poned las en vuestro salvo;
yo ire con vusco que adugamos los marcos,
ca a mover a mio Çid ante que cante el gallo."
Al cargar de las archas veriedes gozo tanto:
non las podien poner en somo mager eran esforçados,
Gradan se Rachel e Vidas con averes monedados,
ca mientra que visquiessen refechos eran amos.
Rachel a mio Çid la manol ba besar:
"¡Ya Campeador en buen ora çinxiestes espada!
De Castiella vos ides pora las yentes estrañas;
assi es vuestra ventura, grandes son vuestras ganançias,
una piel vermeja morisca e ondrada
Çid, beso vuestra mano en don que la yo aya."
"Plazme", dixo el Çid, "D'aqui sea mandada;
si vos la aduxier d'alla; si non, contalda sobre las arcas."
En medio del palaçio tendieron un almofalla,
sobr'ella una savana de rançal e muy blanca;
a tod el primer colpe .iii. marcos de plata echavan,
notolos don Martino, sin peso los tomava;
los otros ccc. en oro gelos pagavan.
Cinco escuderos tiene don Martino, a todos los cargava.
Quando esto ovo fecho odredes lo que fablava:
"Ya don Rachel e Vidas en vuestras manos son las arcas;
yo, que esto vos gane, bien mereçia calças."
Entre Rachel e Vidas aparte ixieron amos:
"Demos le buen don ca el no" lo ha buscado.
Martin Antolinez un burgales contado
vos lo mereçedes, darvos queremos buen dado
de que fagades calças e rica piel e buen manto;
damos vos en don a vos xxx. marchos.
Mereçer no" lo hedes, ca esto es aguisado,
atorgar nos hedes esto que avemos parado."
Gradeçiolo don Martino e reçibio los marchos;
grado exir de la posada y espidios de amos.
Exido es de Burgos e Arlançon a passado,
vino pora la tienda del que en buen ora nasco;
reçibiolo el Çid abiertos amos los braços:
"¿Venides, Martin Antolinez, el mio fiel vassalo?
¡Aun vea el dia que de mi ayades algo!"
"Vengo, Campeador, con todo buen recabdo;
vos vi. çientos e yo xxx. he ganados.
Mandad coger la tienda e vayamos privado,
en San Pero de Cardeña i nos cante el gallo;
veremos vuestra mugier menbrada fija dalgo;
mesuraremos la posada e quitaremos el reinado,
mucho es huebos ca çerca viene el plazo.
12
Estas palabras dichas, la tienda es cogida,
Mio Çid e sus conpañas cavalgan tan aina.
La cara del cavallo torno a Santa Maria,
alço su mano diestra, la cara se santigua:
"¡A ti lo gradesco, Dios, que çielo e tierra guias!
¡Valan me tus vertudes gloriosa Santa Maria!
D'aqui quito Castiella pues que el rey he en ira;
non se si entrare i mas en todos los mios dias.
¡Vuestra vertud me vala Gloriosa, en mi exida,
e me ayude e¡l¿ me acorra de noch e de dia!
Si vos assi lo fizieredes e la ventura me fuere complida
mando al vuestro altar buenas donas e ricas;
esto e yo en debdo que faga i cantar mill missas."
13
Spidios el caboso de cuer e de veluntad.
Sueltan las riendas e pienssan de aguijar.
Dixo Martin Antolinez: "Vere a la mugier a todo mio solaz,
castigar los he comino abran a far.
Si el rey melo quisiere tomar ¡a mi non m'inchal!
Antes sere con vusco que el sol quiera rayar."
14
Tornavas Martin Antolinez a Burgos e mio Çid aguijo
pora San Pero de Cardeña quanto pudo a espolon
con estos cavalleros quel sirven a so sabor.
A priessa cantan los gallos e quieren quebrar albores
quando lego a San Pero el buen Campeador.
El abbat don Sancho christiano del Criador
rezava los matines abuelta de los albores;
i estava doña Ximena con çinco dueñas de pro
rogando a San Pero e al Criador:
"¡Tu que a todos guias vala mio Çid el Campeador!"
15
Lamavan a la puerta, i sopieron el mandado;
¡Dios, que alegre fue el abbat don Sancho!
Con lumbres e con candelas al corral dieron salto,
con tan grant gozo reçiben al que en buen ora nasco:
"¡Gradesco lo a Dios, mio Çid!" dixo el abbat don Sancho;
"Pues que aqui vos veo prendet de mi ospedado."
Dixo el Çid: "Graçias, don abbat, e so vuestro pagado.
Yo adobare conducho pora mi e pora mis vassallos;
mas por que me Yo de tierra dovos.l. marchos,
si yo algun dia visquier servos han doblados.
Non quiero fazer en el monesterio un dinero de daño;
evades aqui pora doña Ximena dovos c. marchos,
a ella e a sus fijas e a sus dueñas sirvades las est año.
Dues fijas dexo niñas e prendet las en los braços,
aquellas vos acomiendo a vos, abbat don Sancho;
dellas e de mi mugier fagades todo recabdo.
Si essa despenssa vos falleçiere o vos menguare algo,
bien las abastad, yo assi vos lo mando;
por un marcho que despendades al monesterio dare yo quatro".
Otorgado gelo avie el abbat de grado.
Afevos doña Ximena con sus fijas do va legando,
señas dueñas las traen e aduzen las adelant.
Ant'el Campeador doña Ximena finco los inojos amos,
lorava de los ojos, quisol besar las manos:
"¡Merçed, Campeador, en ora buena fuestes nado!
Por malos mestureros de tierra sodes echado.
16
¡Merçed, ya Çid, barba tan complida!
Fem ante vos yo e vuestras fijas
?iffantes son e de dias chicas?
con aquestas mis dueñas de quien so yo servida.
Yo lo veo que estades vos en ida
e nos de vos partir nos hemos en vida:
¡Dand nos consejo por amor de Santa Maria!"
Enclino las manos el de la barba velida,
a las sus fijas en braço" las prendia,
legolas al coraçon ca mucho las queria.
Lora de los ojos, tan fuerte mientre sospira:
"¡Ya doña Ximena la mi mugier tan complida,
commo a la mi alma yo tanto vos queria!
Ya lo vedes que partir nos emos en vida,
yo ire e vos fincaredes remanida.
¡Plega a Dios e a Santa Maria
que aun con mis manos case estas mis fijas,
o que de ventura e algunos dias vida
e vos, mugier ondrada, de mi seades servida!"
17
Grand yantar le fazen al buen Campeador.
Tañen las campanas en San Pero a clamor.
Por Castiella oyendo van los pregones
commo se va de tierra mio Çid el Campeador;
unos dexan casas e otros onores,
en aques dia a la puent de Arlançon
çiento quinze cavalleros todos juntados son;
todos demandan por mio Çid el Campeador.
Martin Antolinez con ellos cojo;
vansse pora San Pero do esta el que en buen punto naçio.
18
Quando lo sopo mio Çid el de Bivar
quel creçe compaña por que mas valdra,
a priessa cavalga, reçebir los sal¡i¿e,
tornos a sonrisar, legan le todos, la manol ban besar.
Fablo mio Çid de toda voluntad:
"Yo ruego a Dios e al Padre spirital,
vos, que por mi dexades casas y heredades,
enantes que yo muera algun bien vos pueda far,
lo que perdedes doblado vos lo cobrar."
Plogo a mio Çid por que creçio en la yantar,
plogo a los otros omnes todos quantos con el estan.
Los vi dias de plazo passados los an,
tres an por troçir sepades que non mas.
Mando el rey a mio Çid ¡a¿ aguardar,
que si despues del plazo en su tierral pudies tomar
por oro nin por plata non podrie escapar.
El dia es exido, la noch querie entrar,
a sus cavalleros mandolos todos juntar:
"¡Oid, varones, non vos caya en pesar!
Poco aver trayo, dar vos quiero vuestra part.
Sed membrados commo lo devedes far;
a la mañana quando los gallos cantaran
non vos tardedes, mandedes ensellar;
en San Pero a matines tandra el buen abbat,
la missa nos dira, esta sera de Santa Trinidad;
la missa dicha, penssemos de cavalgar,
ca el plazo viene açerca, mucho avemos de andar."
Cuemo lo mando mio Çid assi lo an todos ha far.
Passando va la noch, viniendo la man;
a los mediados gallos pienssan de ensellar.
Tañen a matines a una priessa tan grand;
mio Çid e su mugier a la eglesia van.
Echos doña Ximena en los grados delant"el altar
rogando al Criador quanto ella mejor sabe
que a mio Çid el Campeador que Dios le curias de mal:
"¡Ya Señor glorioso, Padre que en çielo estas!
Fezist çielo e tierra, el tercero el mar,
fezist estrelas e luna y el sol pora escalentar;
prisist encarnaçion en Santa Maria madre,
en Belleem apareçist commo fue tu veluntad;
pastores te glorifficaron, ovieron te a laudare,
tres reyes de Arabia te vinieron adorar
?Melchior e Gaspar e Baltasar?
oro e tus e mirra te offreçieron commo fue tu veluntad,?
salvest a Jonas quando cayo en la mar,
salvest a Daniel con los leones en la mala carçel,
salvest dentro en Roma al señor San Sabastian,
salvest a Santa Susanna del falso criminal;
por tierra andidiste .xxxii. años, Señor spirital,
mostrando los miraclos por en avemos que fablar:
del agua fezist vino e de la piedra pan,
resuçitest a Lazaro ca fue tu voluntad;
a los judios te dexeste prender; do dizen monte Calvarie
pusieron te en cruz por nombre en Golgota,
dos ladrones contigo, estos de señas partes,
el uno es en paraiso ca el otro non entro ala;
estando en la cruz vertud fezist muy grant:
Longinos era çiego que nunquas vio alguandre,
diot con la lança en el costado dont ixio la sangre,
corrio la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar,
alçolas arriba, legolas a la faz,
abrio sos ojos, cato a todas partes,
en ti crovo al orapor end es salvo de mal;
en el monumento resuçitest,
fust a los infiernos commo fue tu voluntad,
quebrantaste las puertas e saqueste los santos padres.
Tu eres rey de los reyes e de tod el mundo padre,
a ti adoro e creo de toda voluntad,
e ruego a San Peydro que me ayude a rogar
por mio Çid el Campeador que Dios le curie de mal,
¡quando oy nos partimos en vida nos faz juntar!"
La oraçion fecha, la missa acabada la an,
salieron de la eglesia, ya quieren cavalgar.
El Çid a doña Ximena iva la abraçar,
doña Ximena al Çid la manol va besar,
lorando de los oios que non sabe que se far.
Y el a las niñas torno las a catar:
"A Dios vos acomiendo, fijas, e a la mugier e al Padre spirital;
agora nos partimos, Dios sabe el ajuntar."
Lorando de los ojos que non viestes atal,
asis parten unos d'otros commo la uña de la carne.
Mio Çid con los sos vassallos pensso de cavalgar;
a todos esperando la cabeça tomando va.
A tan grand sabor fablo Minaya Albar Fañez:
"Çid ¿do son vuestros esfuerços? ¡En buen ora nasquiestes de madre!
Pensemos de ir nuestra via, esto sea de vagar.
Aun todos estos duelos en gozo se tornaran;
Dios que nos dio las almas consejo nos dara."
Al abbat don Sancho tornan de castigar
commo sirva a doña Ximena e a las fijas que ha,
e a todas sus dueñas que con ellas estan;
bien sepa el abbat que buen galardon dello prendra.
Tornado es don Sancho e fablo Albar Fañez:
"Si vieredes yentes venir por connusco ir, abbat,
dezildes que prendan el rastro e pienssen de andar,
ca en yermo o en poblado poder nos han alcançar."
Soltaron las riendas, pienssan de andar;
çerca viene el plazo por el reino quitar.
Vino mio Çid yazer a Spinaz de Can;
grandes yentes sele acogen essa noch de todas partes.
Otro dia mañana pienssa de cavalgar.
Ixiendos va de tierra el Campeador leal;
de siniestro Sant Estevan ?una buena çipdad?
de diestro Alilon las torres que moros las han,
passo por Alcobiella que de Castiella fin es ya,
la Calçada de Quinea iva la traspassar,
sobre Navas de Palos el Duero va pasar,
a la Figeruela mio Çid iva posar.
Vanssele acogiendo yentes de todas partes.
19
I se echaya mio Çid despues que fue çenado.
Un sueñol priso dulçe, tan bien se adurmio.
El angel Gabriel a el vino en vision:
"Cavalgad, Çid, el buen Campeador,
ca nunqua en tan buen punto cavalgo varon;
mientra que visquieredes bien se fara lo to."
Quando desperto el Çid la cara se santigo;
sinava la cara, a Dios se acomendo.
20
Mucho era pagado del sueño que a soñado.
Otro dia mañana pienssan de cavalgar;
es dia a de plazo, sepades que non mas.
A la sierra de Miedes ellos ¡van posar.
21
Aun era de dia, non era puesto el sol,
mando ver sus yentes mio Çid el Campeador;
sin las peonadas e omnes valientes que son
noto trezientas lanças que todos tienen pendones.
22
"¡Temprano dat çebada, si el Criador vos salve!
El que quisiere comer; e qui no, cavalge.
Passaremos la sierra que fiera es e grand;
la tierra del rey Alfonso esta noch la podemos quitar.
Despues qui nos buscare fallar nos podra."
De noch passan la sierra, venida es la man,
e por la loma ayuso pienssan de andar;
en medio d'una montaña maravillosa e grand
fizo mio Çid posar e çevada dar.
Dixoles a todos commo querie trasnochar;
vassallos tan buenos por coraçon lo an,
mandado de so señor todo lo han a far.
Ante que anochesca pienssan de cavalgar,
por tal lo faze mio Çid que no lo ventasse nadi.
Andidieron de noch que vagar non se dan.
O dizen Castejon el que es sobre Fenares
mio Çid se echo en çelada con aquelos que el trae.
23
Toda la noche yaze en çelada el que en buen ora nasco
commo los consejava Minaya Albar Fañez.
"¡Ya Çid en buen ora çinxiestes espada!
Vos con c. de aquesta nuestra conpaña
pues que a Castejon sacaremos a çelada..."
"Vos con los cc. id vos en algara;
ala vaya Albar Albarez e Albar Salvadorez sin falla,
e Galin Garçia ?una fardida lança?
cavalleros buenos que aconpañen a Minaya.
Aosadas corred que por miedo non dexedes nada.
Fita ayuso e por Guadalfajara
fata Alcala legen las algaras,
e bien acojan todas las ganançias,
que por miedo de los moros non dexen nada.
E yo con los c aqui fincare en la çaga;
terne yo Castejon don abremos grand enpara.
Si cueta vos fuere alguna al algara
fazed me mandado muy privado a la çaga;
¡d'aqueste acorro fablara toda España!"
Nonbrados son los que iran en el algara,
e los que con mio Çid ficaran en la çaga
Ya quiebran los albores e vinie la mañana,
ixie el sol, ¡Dios, que fermoso apuntava!
En Castejon todos se levantavan,
abren las puertas, de fuera salto davan
por ver sus lavores e todas sus heredades.
Todos son exidos, las puertas abiertas han dexadas
con pocas de gentes que en Castejon fincaran;
las yentes de fuera todas son deramadas.
El Campeador salio de la çelada,
corrie a Castejon sin falla.
Moros e moras avien los de ganançia,
e essos gañados quantos en derredor andan.
Mio Çid don Rodrigo a la puerta adeliñava;
los que la tienen quando vieron la rebata
ovieron miedo e fue desemparada.
Mio Çid Ruy Diaz por las puertas entrava,
en manlo trae desnuda el espada,
quinze moros matava de los que alcançava.
Gaño a Castejon y el oro e la plata.
Sos cavalleros legan con la ganançia,
dexan la a mio Çid, todo esto non preçia nada.
Afevos los cciii. en el algara,
e sin dubda corren; fasta Alcala lego la seña de Minaya,
e desi arriba toman se con la ganançia
Fenares arriba e por Guadalfajara.
Tanto traen las grandes ganançias
muchos gañados de ovejas e de vacas
e de ropas e de otras riquizas largas.
Derecha viene la seña de Minaya;
non osa ninguno dar salto a la çaga.
Con aqueste aver tornan se essa conpaña,
fellos en Castejon o el Campeador estava.
"El castielo dexo en so poder; el Campeador cavalga,
saliolos reçebir con esta su mesnada.
Los braços abiertos reçibe a Minaya:
"¿Venides, Albar Fañez, una fardida lança?
¡Do yo vos enbias bien abria tal esperança!
Esso con esto sea ajuntado;
dovos la quinta si la quisieredes, Minaya."
martes, 25 de octubre de 2016
PASTORAL: SANTO DEL DIA
Santa Paulina JaricotFundadora de la Propagación de la Fe
Año 1862
En cada parroquia del mundo, el tercer domingo de octubre se celebra el Día de las Misiones, una fecha para ofrecer oraciones, sacrificios y limosnas por las misiones y los misioneros de todo el mundo. Hoy vamos a hablar de la joven a la cual se le ocurrió esa idea.
La idea feliz nació de una simple charla con la sirvienta de la casa. Un día llegó Paulina Jaricot de su trabajo, cansada y con deseos de escuchar alguna narración que le distrajera amenamente. Y se fue a la cocina a pedirle a la sirvienta que le contara algo ameno y agradable. La buena mujer le respondió: "si me ayuda a terminar este trabajito que estoy haciendo, le contaré luego algo que le agradará mucho". La muchacha le ayudó de buena gana, y terminando el oficio la cocinera se quitó el delantal y abriendo una revista de misiones se puso a leerle las aventuras de varios misioneros que en lejanas tierras, en medio de terribles penurias económicas, y con grandes peligros y dificultades, escribían narrando sus hazañas, y pidiendo a los católicos que les ayudaran con sus oraciones, limosnas y sacrificios, para poder continuar con éxito su difícil labor misionera.
En ese momento pasó por la mente de Paulina una idea luminosa: ¿por qué no reunir personas piadosas y obtener que cada cual obsequie dinero y ofrezca algunas oraciones y algún pequeño sacrifico por las misiones y los misioneros, y enviar después todo esto a los que trabajan evangelizando en tierras lejanas? Y se propuso empezar a llevar a cabo esa mima semana tan bella idea.
Paulina había nacido en la ciudad de Lyon (Francia) y desde muy niña había demostrado un gran espíritu religioso. Su hermano mayor sentía inmensos deseos de ser misionero y (quizás por falta de suficiente información) le pintaban las misiones como algo terrorífico donde los misioneros tenían que viajar por los ríos sobre el cuello de terribles cocodrilos y por las selvas en los hombros de feroces tigres. Esto la emocionaba a ella pero le quitaba todo deseo de irse de misionera. Sin embargo sentía una gran inclinación a ayudar a los misioneros de alguna manera, y pedía a Dios que la iluminara. Y el Señor la iluminó por medio de una simple lectura hecha por una sirvienta.
De pequeñita aprendió que un gran sacrificio que sirve mucho para salvar almas es el vencer las propias inclinaciones a la ira, a la gula y al orgullo y la pereza, y se propuso ofrecer cada día a Nuestro Señor alguno de esos pequeños sacrificios.
Cuando en 1814 el Papa Pío VII quedó libre de la prisión en la que lo tenía Napoleón, el pueblo entero salió en todas partes a aclamarlo triunfalmente en su viaje hacia Roma. Paulina tuvo el gusto de que el Santo Padre al pasar por frente a su casa la bendijera y le pusiera las manos sobre su pequeña cabecita. Recuerdo bellísimo que nunca olvidó.
De joven se hizo amiga de una muchacha sumamente vanidosa y ésta la convenció de que debía dedicarse a la coquetería. Por varios meses estuvo en fiestas y bailes y llena de adornos, de coloretes y de joyas (pero nada de esto la satisfacía). Su mamá rezaba por su hija para que no se fuera a echar a perder ante tanta mundanidad. Y Dios la escuchó.
Un día en una fiesta social resbaló con sus altas zapatillas por una escalera y sufrió un golpe durísimo. Quedó muda y con grave peligro de enloquecerse. Entonces la mamá le hizo este ofrecimiento a Dios: "Señor: yo ya he vivido bastante. En cambio esta muchachita está empezando a vivir. Si te parece bien, llévame a mí a la eternidad, pero a ella devuélvele la salud y consérvale la vida".
Y Dios le aceptó esta petición. La mamá se enfermó y murió, pero Paulina recuperó el habla, y la salud física y mental y se sintió llena de vida y de entusiasmo.
Poco después, un día entró a un templo y oyó predicar a un santo sacerdote acerca de lo pasajeros que son los goces de este mundo y de lo engañosas que son las vanidades de la vida. Después del sermón fue a confesarse con el predicador y éste le aconsejó: "Deje las vanidades y lo que la lleva al orgullo y dedíquese a ganarse el cielo con humildad y muchas buenas obras". Desde aquel día ya nunca más Paulina vuelve a emplear lujosos adornos de vanidad, ni a gastar dinero en lo que solamente lleva a aparecer y deslumbrar. Sus vestidos son sumamente modestos, hasta el extremo que las antiguas amigas le critican por ello. Ahora en vez de ir a bailes se va a visitar enfermos pobres en los hospitales.
Y es entonces cuando nace la nueva obra llamada Propagación de la fe. Son grupitos de 10 personas, las cuales se comprometen a dar cada una alguna limosna para los misioneros, y ofrecer oraciones y pequeños sacrificios por ellos. Paulina va organizando numerosos grupos (llamados coros) entre sus amistades y las gentes de su alrededor y pronto empiezan ya a recoger buenas ayudas para enviar a lejanas tierras.
Su hermano, que se acaba de ordenar de sacerdote, propone la idea de Paulina a otros sacerdotes en París y a muchos les agrada y empiezan a fundar coros de Propagación de la Fe. La idea se extendió rapidísimo por toda la nación y las ayudas a los misioneros se aumentaron inmensamente. Casi nadie sabía quién había sido la fundadora de este movimiento, pero lo importante era ayudar a extender nuestra santa religión.
Para poder conseguir más oraciones con menos dificultad, Paulina formó grupitos de 15 personas, de las cuales cada una se comprometía a rezar un misterio del rosario al día por los misioneros. Así entre todos rezaban cada día un rosario completo por las misiones. Fue una idea muy provechosa.
Paulina se fue a Roma a contarle al Santo Padre Gregorio XVI su idea de la Propagación de la Fe. El Sumo Pontífice aprobó plenamente tan hermosa idea y se propuso recomendarla a toda la Iglesia Universal.
Al volver a Francia fue a confesarse con el más famoso confesor de ese tiempo, el Santo Cura de Ars. El santo le dijo proféticamente: "Sus ideas misioneras son muy buenas, pero Dios le va a pedir fuertes sacrificios, para que logren tener más éxito". Esto se le cumplió a la letra, porque en adelante los sufrimientos e incomprensiones que tuvo que sufrir nuestra santa fueron enormes.
Al principio recogía ella misma las limosnas para las misiones, pero varios avivados le robaron descaradamente. Entonces se dio cuenta de que debía dejar esto a sacerdotes y laicos especializados que no se dejaran estafar tan fácilmente.
Después recibió ayudas para fundar obras sociales en favor de los obreros pobres, pero varios negociantes sin escrúpulos la engañaron y se quedaron con ese dinero. Paulina se dio cuenta de que Dios la llamaba a dedicarse a lo espiritual, y que debía dejar la administración de lo material a manos de expertos que supieran mucho de eso.
En 1862, después de haber perdonado generosamente a todos los que la habían estafado y hecho sufrir, y contenta porque su obra de la Propagación de la Fe estaba ya muy extendida murió santamente y satisfecha de haber podido contribuir eficazmente a favor de las misiones católicas.
Veinte años después, en 1882, el Papa León XIII extendió la Obra de la Propagación de la Fe a todo el mundo, y ahora cada año, el mes de octubre (y especialmente en el tercer domingo de este mes) los católicos fervorosos ofrecen oraciones, sacrificios y limosnas por las misiones y los misioneros del mundo entero
lunes, 24 de octubre de 2016
PASTORAL: SANTO DEL DIA
Los Santos Macabeos Siglo II a. C.
En la S. Biblia hay dos libros llamados de Los Macabeos (palabra que significa: "fuerte contra el adversario"). Allí se narran las historias heroicas de quienes prefirieron perder todos sus bienes y hasta morir, con tal de defender la santa religión del verdadero Dios.
En el libro 2o de los Macabeos, capítulo 7º, se narra la historia de los siete hermanos mártires, los cuales fueron cruelmente atormentados para hacerles renegar de la fe, pero prefirieron toda clase de tormentos con tal de permanecer fieles a los mandatos de Dios hasta la muerte. La siguiente es su historia, según la cuenta la S. Biblia:
Sucedió que siete hermanos israelitas fueron apresados, junto con su madre, y eran forzados por el rey a que renegaran de la santa religión verdadera. Fueron flagelados con azotes y fuetes de cuero, para que hicieran lo que la santa religión prohibe.
Uno de ellos decía al impío rey Antíoco que pretendía alejarlos de la religión de sus padres: -"¿Qué pretendes de nosotros? Estamos dispuestos a morir, antes que desobedecer las leyes que Dios les dio a nuestros antepasados".
El rey lleno de rabia, mandó prender fuego debajo de sartenes y calderas, e hizo echar allí la lengua del que había hablado en nombre de los demás. Hizo que le arrancaran toda la piel de la cabeza, y que le cortaran las manos y los pies, en presencia de sus hermanos y de su madre. Cuando quedó completamente inutilizado, viendo que todavía respiraba, mandó el rey que lo echaran a un sartén que estaba sobre el fuego y allí lo tostaran. Aparte, mientras el humo de la sartén se difundía lejos, los demás hermanos, junto con su madre, se animaban mutuamente a morir con generosidad y decían:
"El Señor Dios cuida de todos nosotros y está presenciando lo que sucede. Siempre se cumplirá lo que prometió Moisés: Dios se compadece de sus amigos".
Cuando el primero pasó a la eternidad, llamaron al segundo, y después de arrancarle la piel de la cabeza y todos sus cabellos, le preguntaron: "¿Está dispuesto a hacer lo que le prohibe su religión? ¿O quiere ser torturado en su cuerpo, parte por parte?".
Él respondió: "¡De ninguna manera y por ninguna causa haré jamás lo que prohibe mi santa religión!".
Y entonces lo torturaron del mismo modo que habían hecho con el primero. Antes de que le arrancaran la lengua dijo al rey: "Tú, injusto y criminal, nos privas de la vida presente. Pero el Rey de los cielos nos resucitará para la vida eterna a los que morimos por cumplir sus santas leyes".
Luego llamaron al tercero. Este presentó la lengua para que la arrancaran y las manos para que se las cortaran, pero antes dijo: "Por bondad del Dios del cielo poseo esta lengua y estas manos. Pero por cumplir sus santas leyes renuncio a todo esto que es tan precioso y útil. Yo espero que en la eternidad me devolverá el Señor lo que he sacrificado por su amor". El rey y sus acompañantes estaban admirados y sorprendidos del valor de aquel muchacho que no tenía miedo a tan terribles dolores con tal de cumplir lo que le mandaba su santa religión. Lo maltrataron y asesinaron como a los otros dos
Hicieron pasar en seguida al cuarto hermano y lo maltrataron con feroces suplicios. Cuando ya estaba agonizante y cerca de su fin, exclamó: "Es preferible morir a manos de los hombres con tal de conseguir ser resucitado para la vida eterna. En cambio para los enemigos de Dios y de su religión no hay esperanza para la eternidad".En seguida llevaron al quinto hermano y se pusieron a atormentarlo. Él, mirando al rey le dijo: "¿Se imagina que porque tiene un alto puesto de gobierno puede hacer todo lo que se le antoja? Pero no crea que Dios ha abandonado a quienes pertenecemos a la verdadera religión. Ya verá que pasado un poco de tiempo, nuestra santa religión triunfará, mientras a ustedes les sucederán cosas muy desagradables".
Después de este, trajeron al sexto hermano el cual, cuando estaba a punto de morir a causa de tan terribles tormentos, exclamó: "No se hagan ilusiones los que combaten contra la religión del verdadero Dios, pensando que nada malo les va a suceder por todo esto. A nosotros nos sirven estos sufrimientos para poder pagar nuestros pecados, pero a los que luchan contra Dios, les esperan males espantosos".
Sigue diciendo la S. Biblia, en el Capítulo 7º del 2º libro de los Macabeos: "Admirable en todo aspecto y digna de todo glorioso recuerdo, fue aquella madre que al ver morir a todos sus hijos en el espacio de un solo día, padecía todo esto con valentía, porque tenía la esperanza puesta en los premios que Nuestro Señor tiene reservados para sus fieles amigos. Animaba a cada uno de ellos hablándoles en su lenguaje patrio, llena de generosos sentimientos y estimulándonos a sufrir con gran valor les decía:
- Yo no sé cómo mi Dios me concedió el honor de ser madre de cada uno de ustedes. Qué honrada me siento al ver que ahora entregan su espíritu al Creador por defender sus santas leyes. Él en cambio les concederá la gloria eterna".
El rey Antíoco se propuso ganarse al más pequeño de los hermanos y le ofreció regalos y hacerlo rico y concederle altos empleos con tal de que abandonara la religión del Dios de Israel. Viendo que el muchacho no le hacía caso, el rey llamó a la mamá y le pidió que tratara de convencer al joven para que salvara su vida renegando de su religión.
Entonces aquella valerosa mujer se acercó a su hijo y le dijo: "Hijo: ten compasión de mí, por amor a tu madre no vayas a renegar jamás de la santa religión de nuestros antepasados. Recuerda que estás obedeciendo al Dios que creó los cielos y la tierra. No le tengas miedo a este verdugo que te quiere quitar la vida del cuerpo, porque si perseveras fiel, nos encontraremos todos juntos con tus hermanos en la vida eterna del cielo".
Tan pronto como la mamá terminó de hablar, el joven gritó: "¿Qué más esperan? Jamás obedeceré al mandato del rey que pretende hacerme renegar de mi religión y que yo desobedezca a las leyes que Dios nos dio por medio de Moisés. Y Usted rey, que es el causante de todos estos males que suceden en nuestro pueblo de Israel, ¡esté seguro de que no se va a librar de los castigos del Dios! Nosotros sufrimos para pagar nuestros pecados y los pecados de nuestro pueblo, pero con esto estamos calmando la ira de Dios. Pero a usted rey criminal y malvado, lo espera el terrible juicio de Dios y de Él no logrará librarse. Y Dios todo lo ve y todo lo sanciona. Mis hermanos después de haber sufrido estos tormentos han ido a la vida eterna. Pero a los enemigos de la religión les espera el castigo merecido por sus pecados. Yo, como hicieron mis hermanos, ofrezco mi vida por mi patria y por mi religión, para que tenga misericordia de nuestro pueblo y retire de nosotros los castigos que merecemos".
Al oír tales declaraciones el rey se llenó de furor y mandó que al séptimo y más joven de los hermanos lo atormentaran con mayor crueldad que a los demás. Y después de matarlo a él, hizo asesinar también a la santa heroica madre.
Feliz familia que en un solo día conquistó el reino de los cielos proclamando con valor que es preferible morir antes que renegar de la verdadera religión, la que nos enseñaron nuestros antepasados.
Cada día haz algo que tenga el sabor de amor y de servicio a quien no te lo pida.
domingo, 23 de octubre de 2016
PASTORAL: SANTO DEL DIA
SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Fundador
Ingresó al seminario de Vich (España) y allí recibió la ordenación sacerdotal. Fue luego nombrado vicepárroco y pronto empezó el pueblo a conocer cuál era la cualidad principal que Dios le había dado: era un predicador impresionante, de una eficacia arrolladora. De todas partes lo llamaban a predicar misiones populares, predicando hasta diez sermones en un día. Viajaba siempre a pie y sin dinero.
Durante 15 años predicó incansablemente por el norte de España, y difícilmente otro predicador del siglo pasado logró obtener triunfos tan grandes como los del padre Claret al predicar. En su vida predicó más de 10,000 sermones. Lo que hizo San Juan Bosco en Italia en ese tiempo a favor de las buenas lecturas, lo hizo San Antonio Claret en España. Él se dio cuenta de que una buena lectura puede hacer mayor bien que un sermón y se propuso emplear todo el dinero que conseguía en difundir buenos libros. Mandaba imprimir y regalaba hojas religiosas, por centenares de miles. Ayudó a fundar la Librería religiosa de Barcelona y fue el que más difundió los libros de esa librería. Él mismo redactó más de 200 libros y folletos sencillos para el pueblo, que tuvieron centenares de ediciones. Los regalaba donde quiera que llegaba. En todas partes reglaba medallas, rosarios, hojas y libros religiosos.
El 18 de febrero de 1851, el Santo entra solemnemente en la ciudad de Santiago de Cuba, colocando su actividad pastoral bajo la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre, de quien fue entusiasta devoto. Encuentra la Archidiócesis aquejada por gravísimos problemas religiosos, morales, sociales y políticos. El 24 de noviembre de 1851, poco después de recorrer por primera vez su vasta Archidiócesis, escribe al Obispo de Vich, Cataluña, una carta en la que retrata ese lamentable cuadro de abandono espiritual y material: "Me lleno de indignación al presenciar el criminal abandono en que el Gobierno español tiene al clero de este Arzobispado".
En los seis años y dos meses que vivió en Cuba, el Santo se dedicó infatigablemente a la reforma del clero; a reconstruir el seminario, al cual hacía 30 años que no ingresaba un seminarista; a la creación de nuevas Parroquias; a fundar cajas de ahorro "para utilidad y morigeración de los pobres"; y a misionar a los fieles de la vasta Archidiócesis, la cual recorrió íntegramente cuatro veces, siempre a pie o a lomo de mula.
En Cuba administró el sacramento de la confirmación a 300,000 cristianos, correspondientes a ¡un tercio de la población de la isla en ese entonces! y arregló 30,000 matrimonios. Logró formar con los sacerdotes una verdadera familia de hermanos donde todos se sentían bien atendidos y estimados en la casa del Arzobispo.
En 1857 fue llamado a España como capellán de la reina Isabel. En 1849 al darse cuenta de que para mantener viva la fe del pueblo se necesitan sacerdotes entusiastas que vayan por campos y ciudades predicando y propagando buenas lecturas, se reunió con cinco compañeros y fundó la Comunidad de Misioneros del Corazón de María, que hoy se llaman Claretianos. Actualmente son 3,000 en 385 casas en el mundo. Fundó también las Hermanas Claretianas que son 650 en 69 casas. Estas comunidades han hecho inmenso bien con su apostolado en muchos países.
Asistió al Concilio Vaticano en Roma en 1870. En el mismo, pronunció un memorable discurso que fué muy bien recibido, comentado y elogiado. En Francia, los monjes cistercienses del monasterio de Fuente Fría le hospedaron, y allí, después de haber escrito por orden del superior de su comunidad su autobiografía, enfermó. Falleció el 24 de octubre de 1879. Tenía apenas 63 años. Después de su muerte, se le han atribuído numerosos milagros.
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