DESDE MI CALLE

ABRIGANDO ESPERANZAS

Hacen falta más pan y más mantas. Visto desde la perspectiva del afortunado trabajador, se trata de alimentar y abrigar la esperanza de que éste es un tiempo pasajero, que la cuenta atrás no puede ser eterna. Visto de cerca, desde la primera fila del desempleo, se trata de alimento y abrigo, necesidades básicas que han entrado en estado de excepción de más de un hogar. Una legión de desesperados se arremolina en las colas del reparto. La necesidad ha vencido a la vergüenza.....

Ser tan pobre como las ratas, eso duele. Duele cuando bajas las manos y están los ojos del otro; esos ojos que recuerdan en un santiamén lo que has dado, como un tigre que mide el alimento que acarrea su presa. La pobreza es el hombre que tú nunca has visto, el hombre que te mantiene alerta, el que puede venir cualquier día. No nos libramos de su acechanza ni siquiera cuando compartimos lo que tenemos, cuando damos al otro. Está a la vuelta de la esquina y lo que sobrecoge es que, a estas alturas, no sabes de qué esquina.

Hoy los pobres vuelven a ser famélica legión, una tropa sin  nada que llevarse a la boca. Y nadie, insisto, nadie, está libre de ser reclutado para ése ejército. Hoy los pobres piden para comer, para sobrevivir siendo pobres. Son los pobres más pobres de todos los pobres; pobres en tiempo de pobreza. Y pobres de todos nosotros, que nos cruzamos en su camino como si fuesen seres invisibles, hambrientos de poca monta.

Desde aquellas instituciones que hace poco atendían a los pobres de la opulencia se llegó a pedir, hace no tanto, que no se entregasen tata ropa en las iglesias, que no hacía falta. Hoy todo pantalón es poco, todo jersey hace falta. Y no consuela, como hacen muchos, buscar a los culpables de esta situación. ¿Que vamos a hacer con ellos? ¿Colgarlos? Los culpables somos todos, todos nosotros.

Leyendo estos versos de Neruda: "Si no puedes pagar el alquiler/sal al trabajo con paso orgulloso/y piensa, amor, que yo te estoy mirando/y somos, juntos, la mayor riqueza/que jamás se reunió sobre la tierra", medito sobre la esperanza DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.