Entradas populares

sábado, 24 de agosto de 2013

DESDE MI CALLE


R.I.P. POR UN BECARIO

Si el mejor trabajador es un trabajador muerto, no cabe duda de que, en estos momentos, la CEOE estará disparando las salvas de honor en el entierro del becario Moritz Erhardt, el joven alemán que palmó con 21 años después de acumular 72 horas de trabajo ininterrumpido para conseguir un puesto en la plantilla de un banco de Londres.

Tras liberarnos del Todo por la patria, la Confederación de Empresarios Españoles quiere dirigirnos con paso marcial hacia Todo por la empresa, a la que, según parece, debemos no sólo el sustento sino también la vida. Eso lo tenía muy claro el pobre Moritz que aspiraba a ser un priviligiado con un puesto estable y seguro médico, y no se conformaba con un minijob o el contrato de "cero horas", por el cual debes sentarte en una silla a la puerta de la compañía por si te necesitan media mañana cuando alguna de las empleadas o empleados tiene que salir a dar a luz o a operarse  de un cáncer y volver a la tarde.

Los hijos de la Gran Bretaña que alberga la City londinense han dicho que el objetivo de contratar becarios en esas condiciones es que "les conozcamos para ver si encajan en la caja !Uy perdón! quise decir en la empresa". Y por eso no se sienten responsables de las horas que la gente decide "voluntariamente" pasar en la oficina. El becario Erhardt ha tenido suerte por morir al inicio de su carrera. Dada su personalidad encajaría perfectamente con ese perfil de trabajador que llega el primero a la oficina y se marcha el último, lo que hace que salga de casa antes de que se levante su familia y regrese depués que se hayan acostado. Si algún día le diera un ataque al corazón en su despacho, es posible que pasasen semanas antes de que nadie se enterara.

Ahora descansa en paz, pero sin paro.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.

1 comentario:

  1. Hola Miguel:
    ¿Esa es la Europa que estamos construyendo?.¡¡No podemos caer más bajo, estos abusos en el mundo laboral, es la órden del día y lo estamos sufriendo todos. ¡Que descanse en paz, el joven alemán Moritz Erhardt!.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar