DESDE MI CALLE

TAN SOLO IMAGEN


Puso Cervantes en boca de la pastora Marcela sabio razonamiento: "Puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas las hermosuras enamoran: que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad". Viene este párrafo del Quijote a cuento como reflexión de la sociedad en que vivimos. Convencido estoy de que nuestra civilización occidental es, en esencia, epidérmica, sólo se valora lo que se ve, que importa poco la belleza del alma, que manda el físico, la imagen.

Los hechos son obetivos y contundentes. Verbigracia. Salvo excepciones, las presentadoras de ámbito nacional y regional son mujeres extraordinariamente bellas. ¿Hay algo más detrás de  esos bustos parlantes que leen las entradillas de las noticias para dar paso a las imagenes? Quizás inteligencia y belleza no son términos antitéticos. Pero nunca he visto una señorita fea dando noticias en las teles. Y creo, lo sé, que también hay mujeres poco agraciadas que son inteligentes. Nos hallamos ante una discriminación absoluta por mor de la hermosura. En el campo masculino se respeta aún más el fondo que la forma, aunque, poco a poco, los bien parecidos toman posiciones en los noticieros.

La política, que llega hasta el último capilar de nuestra sociedad, también es epidérmica, superficial, frágil, débil. Sojuzgadas las ideologías, el combate dialéctico resulta pueril, simple, vulgar. Sé pocas cosas, es cierto, pero nuestros políticos, actores de este drama social y económico proceden del pueblo; son la lava del volcán de nuestra sociedad, no son alienígicas; aman y odian, tienen fobias y filias, les gusta el fútbol, las mujeres y los hombres, se enamoran y pierden la pasión. El análisis de este calvario político y económico suele ser superficial, anecdótico, paupérrimo. Y es que como afirmé al principio, apoyándome en el clásico de los clásicos, ahora todo es cuestión de imagen. La belleza que cotiza es la externa, como tal, pasajera, flor de un día, agua en el desierto... política.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.