DESDE MI CALLE

Nacimiento ria Oka, o ría de Gernika

CAMINANDO POR LOS MONTES DE URDAIBAI ( I )

Hoy he salido a recorrer uno de los montes de la cuenca de Urdaibai. Concrertamente he subido a Mendata, enfrente del monte Oiz, de triste recuerdo por el accidente de aviación del 15 de febrero de 1985, en el que murieron todos los ocupantes del avión. También en esa zona es el nacimiento de la ría de Oka, también llamada ría de Gernika, que atravesando todo el Urdaibai, desemboca en el mar Cantábrico.

Es temprano, aún no ha salido el sol, cuando he comenzado a caminar. He atravesado todo el municipio de Gernika, dirigíendome a través del "puente de Rentería", que divide el estuario del Urdaibai, en dos partes.

Puente de Rentería

 Paso el puente y me camino por la derecha, a través de la calle de San Bartolomé, a comenzar a subir hacia la cumbre de Mendata, a 7 Kmts. El inicio de la subida es tendido pero no demasiado duro. Es una carretera con poquísimo tráfico, por lo que por el bidegorri de la izquierda, se anda formidablemente. Paso por caseríos a derecha é izquierda. En alguno me ladra un perro. Dejo atrás la subestación de Iberdrola que suministra la energía eléctrica a Gernika. Poco a poco, voy cogieno ritmo, y pasan los metros rápidamente. A eso de kilómetro y medio hay una granja-veterinaria para perros. Esos sí que arman un pequeño escándalo al sentir el ruido de pisadas.

Llego a la primera población, Ajangiz, a 2 kmts. Ajangiz, una pequeña población rural, estuvo anexionada a Gernika entre 1940 y 1991.  

Ajangiz

Actualmente es ayuntamiento independiente. Ultimamente y en una de sus laderas, existe unos viñedos en los que se produce un txakoli excelente.

Al pasar por esta localidad, miro al cielo, y veo cláramente y enfrente mío, la estrella polar, es decir voy subiendo con dirección norte, eso hace que mire hacia la derecha, y observe cómo la luna, menguante, se va difuminando en el cielo. Aún el sol, no ha salido.

Sigo caminando, y los caseríos ya se ven iluminados. Incluso en uno por el que paso casi pegando, se oye  ruido de gente. Seguramente a punto de empezar sus faenas. Ya la subida es en zig zag, pero menos tendida, más facíl de subir.

Al de 4 kmts. llego a Marmiz, barrio ya de Mendata, y el inicio de la ascensión, de 3 kmts., aproximadamente .

Marmiz

Marmiz, tiene unos 90 habitantes, repartidos en cuatro caseríos. Es un cruce que separa dos carreteras. Una, la de la derecha que es la que tomo y me llevará a Mendata. Y la otra, la de la izquierda que después de unos 3 kmts. conduce a la cuencu de Lea Artibai. Otro día, tomaré ésta, la de la izquierda, y ya escribiré sobre ello.

Una vez dejado atrás Marmiz, y comenzada la subida, empinada, hacia Mendata, los primeros 500 metros son bastante duros. Giro hacia la derecha y veo que la estrella polar la voy dejando atrás y cada vez me parece más cerca la luna, aunque, repito, se va oscureciendo rápidamente. También aquí el camino zigzaguea entre caseríos. En uno  de ellos hay un perro que me debe de tener manía ¿será porque le despierto?, porque día que paso, día que me ladra de una forma escandalosa. Avivo el paso, y aprovechando que más arriba hay un falso llano, acelero dejando los ladridos a mi espalda, hasta que se calla. Faltando 1 kmt. para llegar a Mendata, y en un claro entre los árboles, diviso el monte Oiz. En su alto está la antena de televisión de ETB, con la que pegó la cola del avión sinestrado, y que fué lo causante de su caída, y la susoguiente tragedia.
Este último kmt. es duro de verdad, entre curva y curva, voy subiendo resoplando. Ya veo a mi derecha el cementerio (también lo han puesto en un lugar que .....), y a continuación está el pueblo. Por fin he llegado a Mendata...

Mendata

Mendata se encuentra ubicada al sur de Gernika. Tiene 380 habitantes. Es un municipio de carácter netamente rural, ligado al trabajo del caserío, y a la ganadería.

Su frontón, lugar para jugar a la pelota, bien a mano, bien a pala, se utiliza también como probadero para el arrastre piedras, bien por bueyes, lo más genuino o de burros (animales, no personas). Es frecuente que los fines de semana, cuadrilllas de amigos se desplacen al frontón para jugar a la pelota y hacer un  poco de ejercicio. Naturalmente luego se van al bar del pueblo, a comerse una merendona bien regada por vino del país. Todo esto me viene a la memoria, mientras descanso sentado en una piedra, disfrutando del paisaje, y recordando mis años en los que yo era uno de los que subía a jugar, y, sobre todo, a merendar en el Bar de Mempe.

Está saliendo el sol, y dudo por donde regresar a casa, si por donde he subido o por una ladera del monte. Miro el reloj, y pienso que voy a bajar por donde he subido, pues por la otra parte se hace muy largo, y es fácil que las pasadas lluvias hayan dejado peligrosa la bajada.. Me consuelo diciendo que la próxima semana, si el tiempo acompaña, haré ésta ruta al reves de hoy.

Según voy bajando, los sentimiendo de placidez, de relajación, de notar el aire límpio en los pulmones, de sentirme libre, y de  cómo mi cuerpo, ya maduro, agradece la caminata matutina de hoy, me inundan. Cuando llego a casa, ya el sol, aunque aún no calienta, va saliendo y llenando con su luz el cielo. Esa luz que, por la belleza del recorrido, me dice que hay cosas maravillosas en esta vida , y que la naturaleza es una de ellas.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.