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viernes, 3 de octubre de 2014

DESDE MI CALLE



NIÑOS RICOS, NIÑOS POBRES


 Lo que todos somos iguales es más un sueño, un deseo, que una realidad. Acabo de leer una estadística en la que se muestra cómo los hijos de las clase altas, llegan a la escuela sistemáticamente mejor preparados que los niños nacidos en familias pobres. Decía el autor del comentario a la estadística, que la solución no está sólo en incrementar los medios de las guarderías y de las escuelas. Es que además, las familias pobres tienen, en general, un problema añadido, y es que los padres tienen que trabajar muchísimas horas y llegan cansados y tarde a casa sin posibilidad de atender a los niños como los progenitores de clase alta. Desde ese momento se marcan ya las diferencias entre las personas.

Es decir, que hay unos que tienen más posibilidades, más oportunidades que otros. Debemos reconocer que eso no se debe únicamente a la valía personal de los niños, sino a la casualidad. Es algo que esos niños han recibido "gratis".Otros en cambios, han recibido "gratis" una posición peor en el teatro en que se ha convertido este mundo.Ya decía Susanita, la amiga de Mafalda, que los pobres no dejarían de ser pobres nunca si iban a colegios pobres, compraban en mercados pobres, y luego buscaban trabajos mal remunerados y casas en barrios  pobres.

Pero esto que es así, genera para los que han tenido la suerte de tener más posibilidades no un privilegio de abuso sino un deber inexcusable: poner lo que tienen al servicio de los más desfavorecidos. Porque la verdad es que todos somos iguales, por lo que deberíamos echarnos la mano unos a otros, para compartir lo que tenemos, y ayudarnos sin pedir nada a cambio.

¿Cómo vamos a pedir lo mismo a los pobres de este mundo que a los que tienen tantos privilegios?

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.







1 comentario:

  1. Ser pobre amigo Miguel Ángel, es según la doctrina cristiana un privilegio porque, así, nos ganaremos el cielo ( el bienestar eterno al lado del señor). Estás de acuerdo amigo Miguel Ángel, ¿no?, pues yo tampoco je je je.
    Un abrazo.

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