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viernes, 16 de diciembre de 2016
DESDE MI CALLE
REFLEXIONES SOBRE LA NAVIDAD
La Navidad nos moviliza a todos. Las amas de casa haciendo compras para la Noche Buena, los niños y los grandes pensando en los regalos, otros planificando días de vacaciones ... todos queremos pasar unos días de paz, alegría, fiesta y fraternidad.
Escuché hace unos días, una historia sobre éstos días, que me conmovió. El día anterior a la Navidad, fueron un grupo de una asociación a visitar una residencia de ancianos. Iban de habitación en habitación, saludando a los residentes y conversando con ellos. Cuando llegaron a la habitación de un anciano, tocaron la puerta. No les extrañó la tardanza en abrirla porque era la hora en que traían el correo. "Estará ocupado con los regalos de Navidad", se dijeron. Cuando por fin escucharon "Adelante" nada más entrar vieron al anciano revisando un paquete grande. Posteriormente escucharon que era de su hija, dueña de varios negocios. En ése paquete había puros, licores, dulces, vinos, zapatos forrados de piel, etc. Todo lo que uno podría desear. Pero al anciano se le veía, triste, descontento... Ni una chispa de alegría. Le preguntaron "Señor cómo es que pone una cara tan triste cuando recibe tantas cosas por Navidad?
El anciano mirándoles les contestó: "No hay amor en éste paquete" Y les contó que su hija siendo tan rica, había ordenado a sus empleados que preparasen el paquete, y en una postal de Navidad barata había escrito nada más que "De parte de tu hija y de tu hijo político", Nada más. No había un deseo personal, no había visita, no había invitación: "Ven a pasar la fiesta con nosotros". Y cada uno de los regalos llevaban la etiqueta con su precio para que el padre se diera cuenta cuánto había gastado por él.
"Pero no había amor en el paquete".
Los regalos más ricos y más hermosos no valen nada y no pueden dar alegría cuando no hay amor en ellos.
DESDE ÉSTE RINCÓN DE MI CALLE, que en estos día es más que nunca la calle de todos.
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