PAYASOS DE FERIA
El hombre actual es un hombree masa, un número que se pierde en ése magna que es la sociedad de consumo.Un hombre anónimo que hace lo imposible para darse a conocer, aunque sea a través de desnudar sus miserias en programas de televisión o en medios de comunicación o en ésas redes sociales tan en boga en la actualidad. El hombre actual, aunque se esfuerce, apenas si se hace notar en su comunidad de vecinos, pasa desapercibido en su círculo más íntimo, etc. Se trata pues, de un sujeto entre la televisión y el ordenador, entre la bazofia e internet, entre la prisa y la inmediatez.
Cuando consigue llegar a la notoriedad y percibe que la gente le echa de menos, no sólo se siente satisfecho, sino también halagado, y éso es lo que algunos lo llaman llegar al "culmen", a haber conseguido romper la barrera del anonimato.
Esas percepciones conocidas por todo el mundo, hacen que sus protagonistas con su sóla presencia virtual, la ciudadanía viva tranquila y sus seguidores participen del sosiego, contentos de ser, en alguna medida, partícipes de sus éxitos.
Cualquiera podría pensar que éstos personajes sirven lo mismo para arreglar un roto o un descosido, y son capaces de transmitir la sensación de estar en todas partes luciendo una sonrisa. Es ésta una peculariedad que tiende a ser norma general en una colectividad cuyas facultades son tan amplias como las ambiciones humanas.
No debemos dejarnos impresionar por esos personajes que parecen ser payasos de feria.
DESDE éste RINCÓN DE mi calle, que sigue siendo la calle de todos, o de casi todos.
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