Entradas populares
-
San Maximiliano Kolbe Mártir Año 1941 Es este uno de los mártires modernos. Murió en la Segunda Guerra Mundial. Había sido llevado...
-
SAN MATEO
-
REFLEXIONANDO DESDE MI BUTACA Pienso que existe un duelo entre dos fuertes antagonismos: RAZON Y CORAZON. El CORAZON se alía con ...
-
¿DE QUE SE ENFADAN LOS POLITICOS? Mariano Rajoy tiene razón cuando afirma que vamos saliendo de la crisis poco a poco. El ejemplo m...
-
NACER DE NUEVO Mirando las imágenes de los cientos de miles de refugiados que pululan por las costas de Grecia, por Sicilia, por Mac...
-
FLUJO DE REFUGIADOS: UNION EUROPEA Y TURQUIA Da igual que los turcos hagan escabechinas con los kurdos. Da igual que su gobierno gire...
-
HOSPITALEANDO No hay como el hospital como para ponerle el termómetro en el sobaco a la sociedad. En sentido literal y figurado. Basta ...
-
IMPOSTORES Aunque ya no existen muchas cosas con las qué asombrarme, una de ellas ha sido la de ese joven, admirador de Alejandro Ag...
-
11 de marzo 11 de marzo, un fecha que remueve desde hace 12 años el corazon de los ciudadanos de éste país. Una mañana cual...
lunes, 3 de marzo de 2014
DESDE MI CALLE
PERSONAS SABIAS
¿Porqué las personas sabias son humildes? Quizás porque han comprendido que no pueden fiarse de sus fuerzas. Esta humildad no debe confundirse con una autoestima baja, sino con una percepción profunda de la condición humana.
La antítesis del humilde es el rico. Aquel que pone su confianza exclusivamente en los bienes materiales, creyendo que la acumulación de los mismos, y por los medios que sean, le da el dominio sobre su propia vida y la ajena.
En estos días, tanto los medios de comunicación como las redes sociales, se han hecho eco de la lista de las personas más ricas del planeta. En nuestro país, se ha dado mucha relevancia a que un español estaba en la tercera posición de ese "ranking".
En cambio, poco se habla de las personas que no están en esa "lista". Personas que son como árboles plantados al borde la acequia. Del árbol sólo vemos el tronco, las ramas, y, en el momento oportuno, las hojas y los frutos. Pero no vemos que sus raices absorben el agua de la acequia. Si el árbol exibiera sus raices se secaría enseguida. Del mismo modo, las personas sabias, dejan que sus frutos sencillos, den cuenta, como los árboles, del agua que los ha hecho nacer. Pero no nos empeñenos en exhibir las raices, como hacen los ricos. Dejarían de transmitir vida.
En aras de esa sabiduría, con la humildad como enseña, mantengamos un espíritu de lucha para conseguir, como los árboles, dar nuestros mejores frutos y transmitir a través de ellos LA VIDA y LA PAZ, tan necesarias en estos tiempos.
DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Y tan necesario amigo Miguel Ángel, tan necesario como imprescindible para como tu dices, la vida y la paz.
ResponderEliminarGenial Miguel Angel, y muy oportuno. Cuántos deberían aplicarse tu escrito de hoy.
ResponderEliminarAmigo Miguel Ángel, haciendo mención a tu escrito, sabias y humildes palabras las tuyas. El mundo será cada vez mejor cuando aprendamos a convivir con nuestros semejantes sin odios, ni egoismos y sobretodo con humildad.
ResponderEliminarUn abrazo. ¡¡(me quedan 4 días para que me vea el traumatólogp)!!