DESDE MI CALLE

                   
                       AVARICIA

Una de las muchas definiciones con las que se puede calificar la AVARICIA es "el amor desordenado de acumulación de riqueza y poder". ¿Es una crimen la avaricia? Hay muchos que así lo piensan. Pero el crimen de la avaricia no lo constituye la posesión de las riquezas, el poder, sino el destino que se les da a ellos.

En boca de un gobernante de nuestro tiempo, escuché ésta frase: "Sólo hay dos palancas que muevan a los hombres: EL PODER y EL INTERES". "Es decir, el conseguir ambas cosas debe ser prioritario para aquellos que desean LA GLORIA". 

Yo me pregunto.¿A costa de qué y de quienes la conseguirán? ¿A cúantos deben ultrajar, mentir, robar, engañar? ¿Deberíamos guardar silencio? Mientras esos ultrajados y engañados apenas pueden dormir, ellos se acuestan y duermen tranquilamente. No temen a esa multitud, a la que califican como "silenciosa", pues poseen todos los resortes para que SU LEY les proteja. Si, esa LEY dictada por ellos mismos a su propia conveniencia.

Decía Francisco de Quevedo: "Donde hay poca justicia es un peligro tener razón". !!Qué gran verdad!!, Lo vemos diariamente a nuestro alrededor, a toda esa multitud agotada de tanto gemir, empapando cada noche su lecho con el llanto, inundando con lágrimas su cama, con sus ojos extenuados por el pesar y envejecidos a causa de la opresión.

Reflexionemos sobre si es soportable esa AVARICIA. Si debemos consentir que se multiplique en el tiempo, si seguiremos siendo la "multitud silenciosa" que a ellos les interesa.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.